
Once trabajadores de las Naciones Unidas fueron detenidos este fin de semana en las localidades yemeníes de Saná y Al Hudayda por parte de los rebeldes hutíes, esto de acuerdo con un comunicado redactado por el enviado especial de la organización internacional para Yemen, Hans Grundberg.
En su denuncia, Grundberg aseveró que Ansar Allah (nombre oficial de los hutíes) allanó instalaciones de la ONU en Saná y Al Hudayda, incautó bienes de la ONU y detuvo a al menos 11 miembros del personal de la organización; el enviado especial condenó esta “nueva ola de detenciones arbitrarias y acusó que los hutíes están llevando a cabo una campaña de detenciones luego de la muerte de su “primer ministro”, Ahmad Ghaleb Al Rahwi, el pasado jueves como consecuencia de un ataque israelí dirigido en su contra y de otros miembros de su Ejecutivo.
El secretario general de la ONU, António Guterres, alegó que la detención del personal de Naciones Unidas es “intolerable” y condenó el allanamiento forzoso de sus instalaciones, pertenecientes al Programa Mundial de Alimentos de la organización. En acciones separadas, Guterres y Grundberg señalaron que los hutíes de Yemen han retenido a 23 empleados de las Naciones Unidas, algunos de los cuales permanecen en tal condición desde 2021 y 2023; uno de ellos falleció en custodia a principios de 2025, cuando ocho empleados fueron abducidos.
“El personal de la ONU y sus asociados nunca debe ser objeto de persecución, arresto ni detención en el desempeño de sus funciones. La seguridad del personal y de los bienes de la ONU, así como la inviolabilidad de sus instalaciones, deben garantizarse en todo momento”, sentenció Guterres. Asimismo, añadió que las Naciones Unidas trabajará incansablemente para garantizar la liberación “segura e inmediata” de todas las personas detenidas arbitrariamente, lo que incluye tanto a su personal como a los demás empleados ONG internacionales y miembros de misiones diplomáticas.
Por su parte, la vocería del Programa Mundial de Alimentos, pidió por la liberación de sus trabajadores y argumentó que garantizar la seguridad de su personal es esencial para que llevar a cabo labores humanitarias vitales.
Los hutíes han justificado la detención de personal bajo cobertura de la ONU y otras organizaciones ubicando a los trabajadores como parte de una “red de espionaje estadounidense-israelí”, dichos que las Naciones Unidas ha rechazado rotundamente. De acuerdo con Guterres, el personal de la ONU se encuentra en territorio yemení únicamente para tratar de aliviar la crisis humanitaria que se ha generado tras diez años de guerra civil.