
El Servicio de Impuestos Internos (IRS) de Estados Unidos compartió las direcciones residenciales de más de 40,000 extranjeros con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) con la intención de ampliar el intercambio hasta alcanzar a más de un millón de contribuyentes, según reveló este miércoles una demanda judicial.
La información confidencial provino de formularios de declaración de impuestos como el 1040, W2 y 1099, que ahora se transfieren directamente a la base de datos de inmigrantes del ICE, explicó la organización Asian Law Caucus (ALC).
Los detalles de cómo y qué datos fiscales comparte el IRS fueron revelados gracias a la querella interpuesta por el Centro de Desarrollo Económico Comunitario del Sureste de Massachusetts (CEDC) en nombre de ALC y de Greater Boston Legal Services (GBLS). Ante la presión judicial, la Casa Blanca accedió a compartir con los demandantes las especificaciones del acuerdo.
La medida se enmarca en la política migratoria de la Administración Trump, que ha ordenado a distintas agencias federales aportar personal al programa de deportaciones masivas, incluyendo a 250 agentes del IRS.
La directora del CEDC, Corinn Williams, expresó su preocupación porque se haya requerido una demanda para obligar al IRS a revelar detalles sobre un acuerdo que compromete la privacidad de los contribuyentes. “Este cambio de política ha dejado a nuestros miembros expuestos, atemorizados e inseguros sobre el futuro de sus familias”, denunció.
En el mismo sentido, Josh Rosenthal, director del programa de derechos laborales de ALC, aseguró que la batalla legal aún no termina y que se mantendrán vigilantes para que las autoridades migratorias respeten las leyes de privacidad.
Por su parte, Luz Arévalo, abogada sénior de GBLS, advirtió que el mal uso de datos fiscales puede tener consecuencias mucho más amplias: “Al erosionar la integridad del sistema tributario, acabará perjudicando a todos”.