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El presidente ruso busca mantener vigente el START III más allá de 2026, aunque condiciona su propuesta a que Washington no rompa el equilibrio estratégico

Putin ofrece a EU extender el pacto para salvar el último pacto nuclear

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El presidente ruso, Vladímir Putin (GAVRIIL GRIGOROV/SPUTNIK/KREMLIN POOL/EFE)

El presidente ruso, Vladímir Putin, propuso este martes a Estados Unidos extender por un año la vigencia del START III, el último tratado de desarme nuclear que sigue activo entre ambas potencias y cuya expiración está prevista para el 5 de febrero de 2026.

Durante una reunión televisada del Consejo de Seguridad de Rusia, Putin aseguró que Moscú está dispuesta a seguir cumpliendo las limitaciones establecidas en el acuerdo incluso después de su vencimiento, pero aclaró que este gesto solo será viable si Washington actúa de forma recíproca y evita medidas que alteren la actual paridad nuclear.

El mandatario calificó como un error “corto de miras” una eventual renuncia estadounidense al tratado firmado en abril de 2010 por los entonces presidentes Barack Obama y Dmitri Medvédev, advirtiendo que dicha decisión afectaría de manera negativa al Tratado de No Proliferación Nuclear.

Al responsabilizar nuevamente a Occidente de debilitar la estabilidad estratégica, Putin insistió en que mantener el statu quo es una vía justificada para evitar una carrera armamentista y, además, generar condiciones favorables para reactivar el diálogo con Washington, bloqueado desde hace años.

No obstante, instruyó a las instituciones rusas a vigilar cuidadosamente las acciones estadounidenses en materia de arsenales estratégicos, sistemas antimisiles y armamento espacial, advirtiendo que cualquier movimiento desestabilizador podría echar abajo los esfuerzos rusos para mantener el equilibrio nuclear.

“Rusia está lista para responder a cualquier amenaza, no solo con palabras, sino con medidas técnico-militares”, enfatizó el mandatario.

¿Que es el tratado START III entre Rusia y Estados unidos?

El START III, también conocido como Nuevo START, establece un tope de 1,550 cabezas nucleares y un máximo de 700 sistemas balísticos desplegados por cada potencia, ya sea en tierra, mar o aire.

Putin suspendió su aplicación en febrero de 2023, aunque sin denunciarlo formalmente, lo que impidió que especialistas occidentales continuaran con las inspecciones en instalaciones rusas. Desde entonces, Moscú ha advertido en varias ocasiones que el tiempo para renovar el tratado se agota.

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