
La conservadora Sanae Takaichi se convirtió este martes en la primera mujer que gobierna en la historia de Japón, un hito que no hace sino poner los focos en la impresionante brecha de género en uno de los países más avanzados del mundo.
Según la lista que elabora el Foro Davos, Japón ocupa el puesto 118 de 148 países en el Informe Global de la Brecha de Género 2025, el último con diferencia de los países del G-7 y de todas las democracias occidentales. Por poner un ejemplo de la brecha de género en Japón, Nicaragua ocupa el puesto 7 y Ruanda el puesto 10 entre los países con menor brecha de género.
¿Comparable a los nórdicos?
En su campaña para ser elegida, Takaichi prometió un gobierno con mujeres ministras “comparable a los países nórdicos”, los primeros en la lista con mayor igualdad; pero, a la hora de la verdad, volvió a dejar a Japón hasta lo más bajo en la lista de países con mujeres en cargos en la política.
Nada más ser nombrada primera ministra por el Congreso, Takaichi incumplió su promesa y nombró este martes a los 19 integrantes de su Ejecutivo, con solo dos mujeres ministras, muy lejos del gobierno finlandés que de 19 ministros 11 son mujeres. En 78 años de gobiernos democráticos, la única vez que Japón ha tenido 5 mujeres en un gobierno fue de 2021 a 2024, bajo el gobierno de Fumio Kishida.
Satsuki Katayama dirigirá la cartera de Finanzas en un momento especialmente importante para la economía del archipiélago, que se enfrenta a una inflación persistente y una fuerte depreciación de su moneda frente al dólar. La otra ministra, Kimi Onoda, estará al frente de la de Seguridad Económica.
Referente del ala dura del nacionalista Partido Liberal Democrático, Takaichi es considerada la heredera ideológica del exmandatario asesinado Shinzo Abe, y siempre ha tildado las políticas de su mentor y artífice del llamado ‘Abenomics’ como un éxito.
Estas políticas económicas, abanderadas por Abe en su longevo segundo mandato como primer ministro (2012-2020), estuvieron basadas en la flexibilización monetaria agresiva, el estímulo fiscal y reformas estructurales.
Admiradora de Thatcher y de Trump
La explicación a esta marcha atrás podría ser que en realidad desconfía profundamente de las mujeres en cargos políticos, siguiendo los pasos de la mujer que más admira: la tres veces primera ministra británica, Margaret Thatcher, la Dama de Hierro e impulsora de la revolución conservadora cuya última oleada la lidera su otro inspirador ideológico: Donald Trump.
Takaichi, aseguró que pretende llevar la relación con Estados Unidos a “nuevas alturas” durante su reunión con el mandatario estadounidense, que se espera para comienzos de la semana que viene.
“Me reuniré pronto con el presidente Trump para elevar la relación entre Japón y EE.UU. a nuevas alturas”, aseguró la mandataria durante su primera rueda de prensa en el cargo.
Según medios japoneses, se espera que Trump aterrice en Tokio el próximo lunes para una visita de tres días, un viaje durante el que Takaichi abordará temas bilaterales así como la situación en el Indopacífico, la guerra en Ucrania o la tensión en Oriente Medio.
La mandataria no precisó, sin embargo, si tratará con Trump el asunto de los aranceles estadounidenses o el acuerdo comercial con Washington, después de asegurar tras su elección al frente del partido gobernante, a principios de octubre, que no descarta una revisión del pacto si no responde a los intereses de Japón.
“Haremos lo posible por aliviar el impacto de los aranceles de EE.UU.”, se limitó a decir hoy Takaichi sobre el tema.
Tokio y Washington alcanzaron en julio un acuerdo comercial tras meses de negociaciones, por el cual el país asiático deberá pagar aranceles del 15% e invertir 550,000 millones de dólares en Estados Unidos.
Tras su victoria a principios de octubre en las primarias del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD) de Japón, Takaichi recibió una efusiva felicitación del mandatario estadounidense, que la definió como “una persona muy respetada, de gran sabiduría y fortaleza”, en un mensaje en redes sociales.