Afecta a más de 100,000 afganas veto a exámenes de admisión universitaria
Los talibanés las excluyeron de la educación superior en diciembre de 2022. Un grupo de estudiantes se levantó en protesta
afganistán
En diciembre de 2022 se suspendió la educación universitaria para mujeres
Más de 100,000 estudiantes afganas se ven afectadas por el veto impuesto por los talibanes en los exámenes de ingreso a la educación superior. Este jueves, en Kabul, un grupo de valientes estudiantes llevó a cabo una protesta en respuesta a esta decisión que ha generado una ola de indignación.
El nuevo veto a las afganas fue anunciado el pasado martes por la Autoridad Nacional de Examen (NEXA), tras recibir una misiva del Ministerio de Educación Superior que ordenaba que solo los hombres podrán participar en el examen de ingreso, dejando a un lado a las mujeres por primera vez desde que tomaron el poder en agosto de 2021.
La decisión de los talibanes de prohibir la educación universitaria para mujeres se suma a las restricciones impuestas desde que tomaron el control del país. En diciembre de 2022, se suspendió la educación universitaria para mujeres hasta nuevo aviso, lo que agectó a más de 100,000 estudiantes mujeres que asistían a instituciones de educación superior gubernamentales y privadas. La situación se ha vuelto permanente.
Esta prohibición golpea la esperanza y el futuro de muchas jóvenes afganas que deseaban acceder a la educación superior para mejorar sus vidas y contribuir al desarrollo del país.
"Todavía teníamos esperanza, pero con la reciente decisión de los talibanes de prohibir a las estudiantes del examen de Kankor (acceso a la universidad), significa que cerraron por completo las puertas de la educación para mujeres y niñas en Afganistán", lamentó una de las activistas en la marcha, Mina Rafiq.
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Paralelos con el pasado
Las activistas sociales y las mujeres en Afganistán están luchando para enfrentar esta situación adversa. Desde que los talibanes tomaron el poder, las mujeres han sido vetadas en la educación secundaria y universitaria, así como en ciertos trabajos, como ONG y salones de belleza.
Además, se han dictado restricciones que limitan su movilidad y libertades básicas, incluyendo la obligación de cubrir su rostro, segregación por sexos y requerir acompañamiento masculino en viajes largos.
La realidad actual que enfrentan las mujeres afganas se asemeja mucho a la de la época del primer régimen talibán, que gobernó de 1996 a 2001. Entonces, una interpretación rígida del islam conocida como pastunwali impidió la educación femenina y confinó a las mujeres a roles tradicionales en el hogar.