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Birmania y el acto de matar al pueblo desde el aire

Ya son 165 las muertes por el nuevo ataque aéreo del ejército birmano a la oposición. La dictadura ha hecho de estos embates desde el cielo la principal táctica para matar y reprimir.

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El bombardeo interrumpió la inauguración de una oficina administrativa del opositor Gobierno de Unidad Nacional (NUG).

El bombardeo interrumpió la inauguración de una oficina administrativa del opositor Gobierno de Unidad Nacional (NUG).

RFA Burmese

Cuerpos desmembrados y una estructura en llamas, así la escena final de un episodio atroz que se vivió el pasado martes en la localidad de Pazi Gyi, en Sagaing, en Birmania.

La fuerza aérea de ese país descargó múltiples bombas mientras helicópteros de ataque ametrallaban a los asistentes a una ceremonia de inauguración de una oficina administrativa del NUG, el Gobierno de Unidad Nacional que lidera la oposición al régimen militar en el poder.

Hasta este jueves se han registrado 165 personas fallecidas, entre ellas 19 niños, y 30 heridas como resultado de la masacre. Luego del ataque, los residentes del lugar subieron un video a las redes en el que se aprecian cuerpos inertes desparramados por el suelo y se escucha a un hombre suplicar alrededor: “Si has sobrevivido, haz un sonido”.

Se trata de uno de los ataques más sangrientos de los que se tiene registro en más de dos años, luego del golpe militar que depuso a la líder Aung San Suu Kyi, una defensora de los derechos humanos.

El golpe colocó en el poder al general Min Aung Hlain el 1 de febrero de 2021, y sumió a Birmania en una guerra civil que no parece tener fin. Desde entonces, una ola sangrienta de represión recubre la superficie del país más grande del Sudeste Asiático continental.

El pasado 27 de marzo, el líder de la Junta Militar advirtió que aplacaría “con firmeza" a la resistencia, arremetiendo en particular contra el NUG y su brazo armado, las Fuerzas para la Defensa del Pueblo (PDF).

Desde su independencia en 1948, las fuerzas armadas de Birmania han luchado contra distintos grupos insurgentes. Y es hasta ahora que apoya su accionar bélico en una modalidad en particular. Un artículo de la BBC sugiere que los ataques aéreos se han vuelto la nueva y mortal táctica del régimen dictador en contra del NUG. 

“Cocodrilos voladores”

Fue 2012 que la fuerza aérea birmana se hizo de su primer helicóptero y cuando los militares comenzaron a realizar bombardeos para su lucha contra los insurgentes.

Luego del golpe militar de febrero de 2021, el ejército birmano sufrió emboscadas en las carreteras, donde los acechaban las PDF.

De ahí que haya cambiado su estrategia de emprender ataques por aire, utilizando aeronaves que sirven para perpetrar ataques terrestres o en operaciones como la de Let Yet Kone, en la que en septiembre de 2022 murieron 11 niños cuando helicópteros pertenecientes al ejército abrieron fuego contra una escuela.

La escuela había sido construida sólo tres meses antes, dentro de un monasterio budista en el norte de la localidad. Unos 240 menores asistían a clase allí.

Semanas después, el 23 de octubre, las aeronaves de la Junta Militar atacaron con rockets a los asistentes a un concierto en el estado de Kachin, que conmemoraba el aniversario de la fundación del grupo rebelde KIA. Murieron 60 personas, entre quienes ellas el comandante del KIA y un cantante conocido.

Las ofensivas aéreas son perpetradas por una flota que ha crecido considerablemente, compuesta sobre todo de aeronaves fabricadas en Rusia y China.

Los helicópteros Mi-35 y los aviones Yak-130, de fabricación rusa, son fundamentales para la campaña aérea contra los insurgentes. China ha suministrado recientemente modernos aviones FTC-2000, que también son muy adecuados para ofensivas terrestres.

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Asalto aéreo como sistema

Según una investigación de la BBC, sobre la base de los datos entregados por el grupo Acled, especializado en la recolección de este tipo de información, hasta el momento más se han registrado de 600 ataques aéreos militares en el país entre febrero de 2021 y enero de 2023.

Los grupos integrantes las PDF no cuentan con los recursos para defenderse ante embates de este tipo. Intentaron adaptar drones domésticos para lanzar pequeños explosivos contra vehículos militares y puestos de control, pero sin poder causar mayor daño.

Las fuerzas de la Junta Militar birmana disponen de un importante equipo bélico. Por ejemplo, los poderosos helicópteros Mi-35 de fabricación rusa, conocidos por el apodo de "tanques voladores" o "cocodrilos" por su apariencia siniestra y potente blindaje.

Estos artefactos de guerra llevan consigo un arsenal impresionante. Portan un cañón de disparo rápido y un lanza-cohetes, que tiene un efecto devastador cuando se utiliza contra civiles, vehículos e incluso edificios pequeños.

La carnicería espantosa del pasado martes hizo recordar una anterior, cuando el 24 de diciembre de 2021, las fuerzas militares aseguraron haberse defendido de un “ataque terrorista".

También ha sido la expresión salvaje de un régimen que ha instituido el asalto a civiles desde las nubes de manera sistemática. Y por ahora, sólo queda contemplar cómo se incrementa el repudio internacional al régimen de Min Aung Hlain.