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Aviones de origen desconocido lanzaron ayer un ataque con gases tóxicos que mató al menos a 53 personas en Aquirabat, en la provincia siriana de Hama, en el centro del país. Lo reportó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que agregó que entre los fallecidos se encuentran 28 mujeres y menores de edad. Además, la ONG recalcó que la zona donde se produjo el bombardeo se encuentra bajo el control del Estado Islámico.
La organización agregó que testigos explicaron que los aviones, que no lograron identificar, lanzaron proyectiles sobre la población. Estos proyectiles liberaron gases tóxicos que provocaron asfixia entre los que los inhalaron, siempre según testigos.
A pesar de que no se pudo esclarecer oficialmente de qué gas se trató, el presidente del Consejo Local del Pueblo de Aquirabat, el opositor Ahmad al Hamaui, había explicado en conversación telefónica que era sarín. El primer balance que había ofrecido el representante popular era de 35 muertos y 200 heridos en el pueblo de Al Yaruh, en Aquirabat, por la explosión de dos bombas con este gas letal.
Al Hamaui no descartó que la cifra de fallecidos aumente porque no hay ningún hospital ni centro médico en esa área, donde hay unas 50 localidades. De hecho, varias de estas poblaciones sufrieron ataques desde el amanecer del lunes. Entre ellos figuran Al Qustul, la propia Al Yaruh, Al Sulalia y Aquirabat, al este de Al Salmiya.
A pesar de que no se pudo identificar a los aviones, actualmente tanto la aviación del régimen de Damasco como Moscú como la coalición internacional liderada por Estados Unidos bombardean posiciones de los yihadistas en Siria.
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