Escalada de ataques alienta la crisis fronteriza entre Irán y Pakistán
Bombardeos pakistaníes, en represalia por el asalto aéreo de terroristas iraníes, cobran la vida de 10 personas y agudizan la tensión en la región
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Protesta contra los ataques iraníes en una aldea fronteriza en Islamabad
La confrontación entre Irán y Pakistán alcanzó un nuevo nivel de tensión cuando Pakistán llevó a cabo ataques aéreos con drones en territorio iraní. Alrededor de las 4:30 horas locales, tres zonas residenciales en la provincia de Sistán y Baluchistán fueron blanco de los bombardeos. Según las autoridades iraníes, al menos 10 personas perdieron la vida.
La versión oficial de Irán contrasta con la narrativa presentada por el Ejército paquistaní. Según este último, los ataques se dirigieron contra al menos siete escondites de los grupos terroristas Ejército de Liberación Baluchi y Frente de Liberación Baluchi. Se utilizaron drones, cohetes y municiones ‘loitering’ con la intención de eliminar la amenaza de estos grupos insurgentes.
En un comunicado, el Ministerio de Exteriores paquistaní afirmó que los bombardeos fueron una respuesta a la falta de acción por parte de Irán para abordar la actividad de los insurgentes en la región. Subrayaron el respeto a la soberanía de Irán, enfatizando que el objetivo principal era garantizar la seguridad y el interés nacional de Pakistán.
La escalada de tensiones no pasó desapercibida a nivel internacional. China, que mantiene buenas relaciones con ambas naciones, llamó a la calma y se ofreció a desempeñar un papel constructivo para aliviar la situación. Por otro lado, Rusia, aliada de Irán, expresó su alarma ante la creciente escalada y llamó a la contención entre los dos países.
Pakistán acusa a Irán de violación del espacio aéreo y muerte de dos niños
Respuestas diplomáticas
La respuesta iraní fue rápida y directa. Convocaron al encargado de negocios paquistaní para exigir explicaciones sobre el ataque. El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí, se limitó a condenar la acción de Pakistán, profundizando la brecha diplomática entre ambas naciones.
La crisis diplomática no solo se manifiesta en las palabras, sino también en acciones concretas. Pakistán llamó a consultas a su embajador en Teherán y anunció la suspensión de todas las visitas de alto nivel con Irán. Simultáneamente, solicitó la retirada del embajador iraní en Islamabad.
Estos acontecimientos no surgen en un vacío. La serie de eventos se desencadenó después de que Irán atacara el pasado martes dos bases del grupo armado suní Yeish al Adl en territorio paquistaní. Pakistán denunció la muerte de dos niños durante estos ataques y advirtió sobre “graves consecuencias”. Yeish al Adl, considerado terrorista por Irán, busca la independencia de la provincia de Sistán y Baluchistán.
El ministro de Exteriores iraní, Hosein Amir Abdolahian, defendió la acción iraní argumentando que no estuvo dirigida contra ciudadanos paquistaníes, sino contra terroristas iraníes. Sin embargo, esta justificación no parece convencer a Islamabad, que intensificó las represalias.
La región de Oriente Medio ya enfrenta tensiones significativas, con la guerra en Gaza y ataques de milicias pro iraníes en Irak contra posiciones estadounidenses. Los recientes ataques de Irán en Siria contra el grupo yihadista Estado Islámico y supuestas bases israelíes en Irak como represalia por atentados internos han contribuido a una atmósfera volátil.
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