A manera de denuncia, Naciones Unidas advirtió ayer del riesgo “extremo” que vive la población civil en la comunidad iraquí de Faluya, donde los lugareños son utilizados como escudos humanos por miembros del yihadista Estado Islámico (EI) frente a la ofensiva del ejército.
De acuerdo con la ONU, en Faluya están atrapados más de 50 mil lugareños, que corren un gran peligro por los disparos de artillería y el riesgo de ser alcanzados por fuego cruzado, dijo a los periodistas la representante especial adjunta de la ONU en Irak, Lise Grande en una entrevista telefónica.
Según la funcionaria, han recibido informaciones “muy creíbles” de que yihadistas concentran a familias en el centro de la ciudad, lo que sugiere que podrían usarlos como escudos humanos, aunque la ONU no tiene personal sobre el terreno para verificarlo.
Según testigos, los yihadistas habrían asesinado a civiles que intentaron huir de la ciudad y han obligado a niños a sumarse a sus filas y combatir.
Las agencias humanitarias internacionales no han logrado entrar a la ciudad desde que en 2014 cayó en manos del Estado Islámico y, según explicó, la población sufre una privación de alimentos “masiva”.
Según la ONU, unas 3 mil 700 personas lograron escapar de Faluya durante la última semana y mil 300 se encuentran en un campamento donde están recibiendo ayuda internacional.
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