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El papa lanza su grito de paz para Ucrania desde otra ex república soviética, Kazajstán

El jefe de la Iglesia Ortodoxa rusa —partidario de la guerra de Putin en el país vecino— decide no viajar a la cumbre de líderes religiosos

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El presidente Tokayev y el papa pasan revista a la guardia de honor en Nursultán, capital de Kazajstán

El presidente Tokayev y el papa pasan revista a la guardia de honor en Nursultán, capital de Kazajstán

EFE

El Papa Francisco hizo este martes un llamado de urgencia en Nursultán, la capital de Kazajstán, para exigir paz en Ucrania y el final inmediato a un conflicto que llamó "guerra trágica y sin sentido".

En su 38 viaje pontificio, Francisco alzó la voz junto al presidente del país y dijo: "He venido a hacerme eco de la petición de todos los que claman por la paz, que es el camino esencial para el desarrollo de nuestro mundo globalizado".

A su lado, el presidente de esa ex república soviética, Kasim-Yomart Tokayev —el único líder centroasiático que le dijo al presidente ruso, Vladimir Putin, que su gobierno no iba a reconocer las repúblicas de Donetsk y Lugansk— explicó que el mundo está "al borde de un abismo, donde las tensiones geopolíticas se intensifican y la economía mundial se resiente".

La conferencia de Francisco dio ayer el pistoletazo de salida al Séptimo Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales, un particular evento que organiza Kazajstán desde los atentados del 11 de septiembre del 2001, al que asisten líderes de grandes religiones en un esfuerzo de entendimiento y concordia muy poco habitual en el actual panorama internacional.

Para llegar aquí el avión del Papa ha tenido que evitar el espacio aéreo de Rusia, sobrevolando Croacia, Bosnia, Serbia, Montenegro, Bulgaria, Turquía, Georgia y Azerbaiyán.

La silla vacía del patriarca ruso

Junto a Francisco, participan en el Congreso el Gran Rabino Sefardí de Israel, Yitzhak Yosef, el Patriarca Theophilos III de Jerusalén y el Gran Imán de Al Azar. A su derecha, una silla vacía, la del patriarca ortodoxo de Moscú, Cirilo, cuya asistencia, prevista en un principio, ha sido cancelada en medio de la tormenta política. El líder religioso ruso es aliado cercano de Putin y uno de los más ardientes defensores de la guerra contra los ucranianos.

Aunque los máximos responsables del acto no nombraron directamente al convidado de piedra, la guerra en Ucrania, dejaron claro en la sesión inaugural que en el mundo post pandemia, de protestas, sanciones, inflación y bombardeos, es posible que el diálogo y la espiritualidad sean la única salida que le queda al teatro internacional.

Este miércoles, Francisco dará una misa ante varios miles de personas en la explanada de la Expo que celebró Kazajstán en el 2017.

En su discurso, Francisco recordó el único viaje que ha hecho hasta la fecha un Papa al país. Fue cuando Juan Pablo II, en el año 2001 y los atentados del 11 de septiembre, dio la misa más grande que se ha visto nunca aquí: 40,000 personas.

¿El último viaje del papa?

El Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales, que este año acoge a un centenar de participantes de 50 países, recibe una especial importancia si se hace caso de las especulaciones que aventuran que este será uno de los últimos viajes del papado de Francisco, a quien los médicos ya le han pedido que se mueva lo menos posible.

En la inauguración del evento, el presidente de Kazajstán, Tokayev —quien acaba de anunciar reformas democráticas en el país, que en enero pasado fue escenario de la mayor protesta ciudadana para exigir democracia— extendió la mano para ejercer como mediador en el actual conflicto que enfrenta a sus dos antiguos socios soviéticos.

A pesar de la cercanía con Rusia, Kazajstán ha dejado claro que es un país independiente, con criterio propio y una hoja de ruta específica.