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Cómo planean Trump y su ideólogo Miller la mayor deportación desde Eisenhower

El supremacista blanco y aliado del expresidente y aspirante republicano planea campos de concentración y un puente aéreo para expulsar a inmigrantes>

El senador Ted Cruz hablando en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) de 2021
El supremacista blanco Stephen Miller El supremacista blanco Stephen Miller (X)

La renuncia del presidente Joe Biden, candidato demócrata a la reelección, a salvaguardar los derechos de los solicitantes de asilo en Estados Unidos, en un intento de remontar en las encuestas, está empujando a su casi seguro adversario en las urnas en noviembre, Donald Trump, a llevar al extremo su discurso contra los inmigrantes, hasta dejarlo en niveles propios de los momentos más duros para los inmigrantes en EU, bajo las leyes de excepción decretados durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría.

La situación es tan crítica para los inmigrantes y sus defensores, que el próximo jueves se dará una situación extraordinaria: la visita el mismo día a la frontera del presidente Biden, que viajará a Brownsville, y del expresidente Trump, que irá a Eagle Pass.

El demócrata defenderá la iniciativa bipartidista en el Senado sobre seguridad fronteriza, que dificultará seriamente la solicitud de asilo y que la vende como “el plan más duro en décadas”, aunque ni siquiera logró ser aprobada en la cámara alta, donde los demócratas son mayoría.

Sin embargo, este endurecimiento de las posturas migratorias de Biden —con un claro trasfondo electoral, tras constatar que ha calado con fuerza la retórica antiinmigratoria republicana entre la opinión pública estadounidense— ha llevado a Trump y a su equipo a llevar al límite su plan, que prevé campos de concentración, propios de la época de Franklin D. Roosevelt, y deportaciones masivas mediante un puente aéreo constante, como ocurrió bajo el mandato de Dwight Eisenhower.

Resurge la “bestia negra”

Para llevar a cabo, “la mayor operación de deportación" en la historia de Estados Unidos, Trump ha rescatado a Stephen Miller, un supremacista blanco y el principal ideólogo de las propuestas xenófobas de Trump y considerado por las organizaciones de activista como la auténtica “bestia negra” de los inmigrantes.

Como explicó el propio Miller el pasado viernes durante la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, en inglés), la gran cita de la derecha estadounidense, el “futuro gobierno de Trump” desplegará a las Fuerzas Armadas en la frontera para negar la entrada a aquellos que necesiten solicitar asilo y deportará automáticamente a México y países terceros a quienes intenten cruzar.

Operación Espalda mojada

Miller citó como ejemplo de este tipo de deportaciones la conocida despectivamente como ‘Operación Wetback’ (Operación Espalda mojada), ejecutada en 1954 por el entonces presidente republicano Eisenhower (1953-1961) y que resultó en la deportación de más de 1.3 millones de personas, en su mayoría mexicanos.

Según relata la historiadora Mae Ngai en su libro 'Impossible Subjects', las deportaciones fueron brutales, con algunos mexicanos repatriados en lo que fácilmente podría haber sido un "barco esclavista del siglo XVIII", mientras que otros murieron por insolación después de ser abandonados por las autoridades estadounidenses en el desierto.

Centros gigantes para detener a migrantes

Para ejecutar esta operación, la campaña de Trump ha dejado entrever sus planes para construir grandes centros para detener a los migrantes y después expulsarlos de Estados Unidos.

La idea sería establecer instalaciones "a gran escala" donde los migrantes aguardarían para ser deportados con vuelos de expulsión programados de manera continua, como si se tratase de un puente aéreo continuo, explicó Miller en la conferencia CPAC, cuya vuelta a la Casa Blanca, en caso de que gane Trump las elecciones (en las encuestas gana a Biden) se da como un hecho.

Sin embargo, la legalidad de estos centros podría ser cuestionada en los tribunales, como ya ocurrió con algunos de los planes más radicales de Trump cuando estaba en la Casa Blanca.

Invocando una ley de 1789

Anticipándose a esos desafíos legales, Trump ha prometido invocar una sección de las leyes de extranjería y sedición aprobadas por el Congreso en 1789, que otorgan al presidente un mayor poder para deportar y detener a individuos que no son ciudadanos estadounidenses en tiempos de guerra.

Esa ley fue utilizada durante la Segunda Guerra Mundial por el presidente demócrata Roosevelt (1933-1945) para establecer centros de internamiento donde fueron detenidos miles de migrantes japoneses y sus descendientes nacidos en Estados Unidos, en uno de los episodios de xenofobia más oscuros de la historia del país, justificados por sus responsables como la manera de evitar un estallido de violencia contra los nipones o personas de rasgos orientales, luego del ataque de Pearl Harbor. de 1941.

La campaña de Trump no ha especificado cuántos migrantes serían objeto de estas políticas. Sin embargo, se estima que actualmente 11 millones de inmigrantes indocumentados viven en Estados Unidos.

De nuevo, la separación de familias

Trump tampoco ha descartado la posibilidad de volver a separar a las familias de migrantes que llegan a la frontera, una política que ya implementó durante su tiempo en la Casa Blanca.

Durante una intervención en CNN el año pasado, Trump admitió que la idea de separar familias "suena dura", pero luego añadió: "Cuando les dices a las familias que si vienen las vamos a separar, ellos no vienen. Y no podemos permitirnos tener más".

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), encargado de migración, ha reconocido que separaron a 4,227 niños de sus familias durante la Administración de Trump.

Tras la llegada al poder del presidente estadounidense, Joe Biden, en enero de 2021, se creó un grupo de trabajo para abordar esta cuestión y, según un informe del DHS de noviembre de 2023, ya se han logrado reunir a 3,147 niños con sus padres.

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