
México procesó un 40 % más de solicitudes de asilo en 2024 que el año anterior, con casi 80,000 resoluciones emitidas por la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), reveló este martes el informe Un hogar en México, elaborado por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Pese a los retos institucionales, el país mantiene una tasa de reconocimiento superior al 60 % y figura entre los 10 países del mundo que más solicitudes de protección internacional recibieron el año pasado, con más de 140,000 peticiones acumuladas en 2023.
El informe indica que la mayoría de las solicitudes provinieron de personas originarias de Honduras, Cuba, Haití, El Salvador y Venezuela, naciones que enfrentan crisis humanitarias, violencia o inestabilidad política.
La frontera sur continúa siendo el principal punto de ingreso para las personas desplazadas, concentrando más de tres cuartas partes de todas las solicitudes en el estado de Chiapas. Ciudad de México recibió más de 14.300 peticiones, lo que la ubicó como el segundo destino con mayor afluencia.
Avances tecnológicos, recursos limitados
Uno de los avances destacados por ACNUR en 2024 fue la digitalización del sistema de asilo y la implementación de tecnología biométrica por parte de la Comar, lo que permitió alcanzar un promedio de 2,800 resoluciones mensuales.
No obstante, el informe advierte que las limitaciones presupuestales y la falta de alternativas legales de estancia están saturando el sistema de protección. A esto se suma un dato preocupante: el Instituto Nacional de Migración redujo en 97 % la emisión de Tarjetas de Visitante por Razones Humanitarias (TVRH), lo que ha restringido el acceso de los solicitantes a empleo formal, educación y servicios básicos.
Riesgos crecientes en la frontera norte
ACNUR expresa particular preocupación por la situación en la frontera norte, donde en 2024 se detectó un “aumento significativo” de personas mexicanas desplazadas. En algunos albergues, más de la mitad de los ocupantes eran connacionales que huyeron de sus lugares de origen por violencia.
Estas personas enfrentan condiciones especialmente precarias, con riesgos por temperaturas extremas, secuestros, extorsiones y falta de acceso a salud e higiene adecuadas. Además, el informe señala que en 2023 más de 320.700 familias se desplazaron internamente en México a causa del crimen organizado, con 11.000 desplazamientos solo en Chiapas y 600 personas que cruzaron hacia Guatemala en busca de refugio.
Del total de solicitantes de asilo en 2024, 54 % fueron mujeres, y uno de cada cuatro eran niñas y niños. Además, se registraron 700 solicitudes de asilo presentadas por menores no acompañados, lo que evidencia la vulnerabilidad de esta población en tránsito.
ACNUR reiteró su llamado a fortalecer los mecanismos de protección, ampliar vías legales de estancia y reforzar el presupuesto de las instituciones mexicanas que atienden a personas refugiadas y solicitantes de asilo.