
Fernanda Vázquez Vela, investigadora del Departamento de Ciencias Sociales de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), enfatizó la necesidad de observar las necesidades de las mujeres en los diferentes contextos y países, con el propósito de proponer políticas públicas dirigidas a sectores vulnerables como las migrantes y las comerciantes.
Así lo señaló, en el marco de la Cuarta Conferencia Anual Mi FOOD. Migración y seguridad alimentaria, organizado por la UAM, al término de la mesa Resiliencia y recuperación, mujeres alimentando ciudades.
En el encuentro, la coordinadora de la Licenciatura en Estudios Socioterritoriales señaló la presencia de representantes de países como Namibia, Mozambique, Jamaica y México, contribuyen a entender las necesidades particulares que existen en estos contextos, así como a aprender de ellos y coincidir en la necesidad de políticas “que pongan el hombro en donde nuestras mujeres tienen muchas cosas en contra y sobreviven”, resaltó.
En este contexto, subrayó que aunque existen muchos casos de resiliencia, se debería tener políticas para evitar tener sobrevivientes todo el tiempo “sino a ciudadanas, que vivan en espacios donde se escuchen sus necesidades, se vean sus sacrificios, sobre todo en momentos de crisis como la pandemia por COVID-19, para que, como ciudadanas, puedan tener apoyos y no sentirse abrumadas por lo que sucede a su alrededor”.
La investigadora quien también es integrante de Mi FOOD Network Global Migration and Food Security, expuso que dicha red tiene representantes de África, de Canadá, de América Latina, de la India y de México, a través del cual se busca vincular a estas mujeres y poder hacer investigación en torno a la migración y la inseguridad alimentaria que pueden estar viviendo las personas.
En el encuentro, se habló de México, Ecuador y Colombia, en particular de cómo están involucrados en estos corredores migratorios y la forma en que los migrantes se abren paso para sobrevivir, teniendo que trabajar para poder comer y sobreviven, por ejemplo, con la venta de alimentos.
Otro tema relevante que se abordó fue el de la forma como se incorporan los emprendimientos de migrantes a la economía de la alimentación en el sector informal y se expusieron ejemplos de similitudes y diferencias entre comercios migrantes en Ciudad del Cabo, India, y Nairoi, Kenia.
En relación a la participación de las mujeres para alimentar a las ciudades, particularmente durante la crisis de COVID-19, pues la pandemia trajo dificultades y retos para sobrevivir “y las mujeres estuvieron ahí en el centro”, se resaltó el caso de México, en donde tenemos un sector informal en las calles que es importantísimo y dentro de éste las mujeres fueron un soporte, sufrieron y batallaron para poder mantener a su familia, a través del comercio informal, pese a todas las restricciones que la emergencia impuso”.
Tras señalar que otras experiencias presentadas por las especialistas fueron las de Mozambique, Namibia y Jamaica, la investigadora indicó que entre las coincidencias destacan las reacciones de los gobiernos, las cuales fueron muy tardías, además no hubo apoyos e incluso en varios de los casos la participación de las organizaciones no gubernamentales o la sociedad civil, no estuvo presente.