
La oposición en el Senado acusó que el impuesto de 3.5 por ciento a las remesas aprobado por la Cámara de Representantes es consecuencia de la ruptura de los canales de comunicación y la diplomacia parlamentaria entre México y Estados Unidos, que se arrastraban desde el anterior gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“Desde el sexenio de Andrés Manuel López Obrador se rompieron las relaciones bilaterales. No hay interparlamentarias, no hay diálogo. Y eso es consecuencia de gobiernos que no saben construir diplomacia”, acusó la senadora del PRI, Cristina Ruiz, quien fue una de las que integró la comisión plural que se reunión con legisladores de Estados Unidos en un intento por cancelar ese gravamen que al final se aprobó aunque pasó del 5 al 3.5%.
La priista coincidió con Karina Ruiz, senadoras de Morena, en que durante las reuniones con sus pares estadounidenses, sobre todo con los republicanos, se les hizo ver que dicho impuesto podría derivar en consecuencias graves, como el uso de canales ilícitos para el envío de dinero y el aumento del flujo migratorio por falta de recursos económicos.
Ambas alertaron que este impuesto podrían derivar en consecuencias nefastas no solo para México sino para Estados Unidos.
“Porque entonces lo que va a provocar esto son dos cosas. Una, pues no van a dejar de mandarle dinero a sus familiares. Entonces, les dejamos muy claro (a los estadounidenses) que eso puede ser riesgoso, porque no va a frenar el envío de dinero, pero puede abrir canales para estructuras ilícitas, ¿no?”, expuso la senadora priista
Les advertimos ---agregó--que los migrantes buscaran que ese recurso pueda de otra manera, y que eso es muy riesgoso cuando uno de los temas más importantes que está pidiendo los Estados Unidos es combatir es precisamente el tema de la inseguridad, ¿no? El lavado de dinero y todo. El lavado de dinero, es correcto.
“Entonces lo hicimos saber y pues la afectación que esto puede generar, pues que entonces se incremente más el número de migrantes, ¿no?, que van a los Estados Unidos pues por la falta precisamente de dinero, y pues este gobierno no ha podido solventarlo”, recalcó
Por ello, la priista recalcó la necesidad de reactivar la diplomacia parlamentaria, establecer contacto con organizaciones de migrantes, y convocar a una cumbre internacional con países latinoamericanos también afectados por estas medidas.
“No somos el único país afectado. Esto requiere coordinación regional y canales efectivos de diálogo”, indicó
Ruiz Sandoval reiteró la exigencia de que el impuesto propuesto sea retirado por considerarlo una doble tributación que viola acuerdos internacionales.
“No se trata de negociar una rebaja. Se trata de que este impuesto no puede existir”, concluyó.
Por su parte, la senadora migrante de Morena, Karina Ruiz, coincidió con Cristina Ruiz que este impuesto puede abrir vías que no son las legales.
“Porque se pueden abrir vías que no son las correctas, las legales, las financieras y las personas pueden ser víctimas de fraude, que se abra un mercado negro porque la gente va a tratar de evitar pagar este impuesto”, sostuvo.
La legisladora del oficialismo reiteró que este impuesto va a ser contraproducente, y aseveró que él mismo es injusto y excluyente.
Respaldó la convocatoria de la presidenta Claudia Sheinbaum a que los paisanos se manifiesten pacíficamente contra el gravamen y precisó que por ahora las organizaciones de migrantes están más preocupadas por las deportaciones, que oponerse a este impuesto.
Karina Ruiz, dijo que este semana podría definirse la lista de senadores mexicanos que viajarán a Washington para cabildear con sus contrapartes, sobre todo republicanos para echar abajo este impuesto.