El Subsecretario de Políticas de Salud y Bienestar Poblacional, Ramiro López, aseguró que las medidas adoptadas frente al repunte de casos de sarampión en el país “no son decisiones improvisadas”, sino parte de una estrategia sólida de contención y prevención epidemiológica.
Durante su participación en la conferencia “La mañanera del pueblo”, López recordó que el sarampión es una enfermedad febril exantemática causada por un virus, y alertó sobre su altísimo nivel de contagio: una sola persona infectada puede transmitir el virus a hasta 15 personas, lo que lo convierte en más contagioso que el COVID-19 o la influenza. La probabilidad de contagio se estima en 95% entre personas no vacunadas.
Entre los factores de riesgo destacan no estar vacunado, viajar a países con brotes activos, la desnutrición, el déficit de vitamina A y el inmunocompromiso. Además de México, naciones como Yemen, India, Pakistán y Canadá también enfrentan brotes de esta enfermedad.
“El sarampión es una amenaza global, y estamos actuando en consecuencia”, subrayó el funcionario. Como parte del plan de respuesta, se ha establecido un cerco epidemiológico y se están llevando a cabo acciones de bloqueo vacunal para contener posibles cadenas de transmisión.
Hasta el momento, el país ha aplicado 600 mil dosis de vacunas contra el sarampión, lo que representa un esfuerzo importante para proteger a la población y evitar una propagación mayor.
López reiteró que la vacuna es la mejor forma de protección, y llamó a madres, padres y tutores a revisar los esquemas de inmunización de niñas y niños, así como acudir a los centros de salud para completar o reforzar la aplicación de la dosis correspondiente.