En los próximos días se abrirá la discusión legislativa para crear la Subsecretaría de Inteligencia e Investigación Policial en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), a cargo de Omar García Harfuch, cuya área será el cerebro del nuevo sistema nacional contra el crimen organizado, de acuerdo con las proyecciones del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, que plantea el rediseño de la seguridad en el país.
El debate se abrirá de junio a julio en comisiones para luego darse la aprobación del paquete de reformas por parte de la mayoría legislativa de Morena, y cuya aprobación final se daría en septiembre, para que posteriormente se publique en octubre próximo en el ‘Diario Oficial de la Federación’ (DOF.
De acuerdo con el calendario del proyecto, en noviembre-diciembre la Subsecretaría de Inteligencia e Investigación Policial arrancaría operativos. “En enero de 2026: Primer informe nacional de resultados”.
La Subsecretaría de Inteligencia e Investigación Policial es “una nueva instancia civil que coordinará toda la inteligencia criminal del país”.
Los objetivos de esta área son el análisis de datos de delitos, personas, telecomunicaciones, vehículos, armas y dinero ilícito. Diseñar también investigaciones sólidas para judicializar casos. Planear operativos junto con Guardia Nacional, fiscalías y estados, además supervisar el uso legal de información.
Tendrá una estructura clave que realizará tareas de inteligencia criminal, investigación policial, operaciones tácticas, con análisis estratégico, con control legal de datos.
Aunque se advierte que no tendrá agentes propios como el FBI, sí funcionará como un centro nacional de inteligencia y planeación. “Su meta es que los operativos y detenciones estén basados en pruebas, no sólo en fuerza”.
Esta Subsecretaría de Inteligencia e Investigación Policial trabajará directamente con Sedena, Marina, Guardia Nacional, fiscalías y la nueva Agencia Digital encargada de las bases de datos, aunque hay resistencias dentro del Ejército y alertas por posible mal uso de datos, la aprobación es casi segura.
“México tendrá una nueva policía nacional de inteligencia, bajo mando civil, profesionalizada, con funciones estratégicas y visión de largo plazo. Una apuesta por inteligencia en vez de fuerza bruta”, según el proyecto.
