La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, descartó este jueves que la construcción del acueducto desde la presa Solís, en Guanajuato, vaya a afectar el suministro de agua al lago de Chapala, como lo han advertido autoridades de Jalisco.
Durante una conferencia de prensa, la mandataria federal fue cuestionada sobre la obra planteada para llevar agua a las ciudades de León, Irapuato, Celaya y Silao. En respuesta, Sheinbaum afirmó que su gobierno no impulsará ningún proyecto que represente un despojo hídrico para alguna entidad federativa.
“¿Cómo creen que se le va a quitar agua a un estado para dársela a otro?, es como ridículo. Jamás se haría un proyecto que le quitara agua a un estado”, subrayó.
Añadió que la propuesta hídrica contempla alternativas tanto para Guanajuato como para Jalisco, y recordó que muchas veces las cuencas son compartidas, lo que implica acuerdos para la distribución del recurso. En ese sentido, respaldó al director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Efraín Morales, y señaló que ya existe una mesa de trabajo en marcha sobre el tema, sin necesidad de convocar a una nueva.
Preocupación en Jalisco
El acueducto forma parte del Plan Nacional Hídrico 2024–2030 y plantea transportar 3.8 metros cúbicos de agua por segundo desde la presa Solís hacia varias ciudades del estado de Guanajuato. Esto ha generado preocupación en Jalisco por el posible impacto en la Cuenca Lerma-Chapala, una de las más importantes del país y de la que depende el lago de Chapala, principal fuente de abastecimiento para la Zona Metropolitana de Guadalajara.
El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, ha manifestado públicamente su rechazo al proyecto, argumentando que podría poner en riesgo al cuerpo de agua más grande de México, cuya preservación está respaldada por acuerdos federales firmados desde 2004.
“Manifiesto mi preocupación y la de la gente de Jalisco por ese acueducto que se ha anunciado desde la presa Solís a León. Pido reconsiderarlo, ya que podría poner en riesgo al lago más grande de México”, declaró Lemus esta semana.
El tema ha reavivado el debate sobre el uso compartido del agua entre estados, especialmente en regiones donde la presión sobre los recursos hídricos se ha intensificado debido al crecimiento urbano y los efectos del cambio climático.