
En un mensaje difundido en su cuenta de la red social X, el embajador de Estados Unidos en México, Ronald Johnson, aseguró que los cárteles del narcotráfico “se están yendo a la quiebra” gracias a la intensificación de las acciones conjuntas entre ambos países y al fortalecimiento de las medidas de seguridad fronteriza.
“Secundo lo que dijo recientemente mi amigo Tom Homan: las incautaciones de fentanilo han bajado más de la mitad gracias a una frontera segura”, señaló el diplomático, en alusión al exdirector interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), conocido por su política de mano dura contra el crimen organizado transnacional.
Johnson destacó que, en paralelo, las autoridades mexicanas han logrado aumentar las incautaciones de esta droga sintética, lo cual atribuyó a una creciente colaboración binacional. “Bajo el liderazgo del presidente Donald Trump y la presidenta Claudia Sheinbaum, los cárteles se están yendo a la quiebra y tanto EU como México son más seguros por ello”, sentenció el embajador, subrayando la cooperación entre las administraciones de ambos países.
De acuerdo con datos oficiales del gobierno mexicano, desde el inicio de la presidencia de Claudia Sheinbaum, el 1 de octubre de 2024, y hasta el 16 de julio de 2025, se han logrado avances significativos en materia de seguridad y combate al crimen organizado, particularmente en el estado de Sinaloa, bastión histórico del narcotráfico.
En ese periodo, autoridades locales y federales han detenido a cerca de 1,500 personas relacionadas con actividades delictivas y han incautado más de 3,000 armas de fuego, lo que representa más del 20 % del total de armas decomisadas a nivel nacional durante el mismo lapso.
Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, informó que también se ha decomisado más de una tonelada de fentanilo y cerca de dos millones de pastillas de esta sustancia, considerada una de las drogas más letales y responsables de la crisis de sobredosis en EU.
Las declaraciones del embajador Johnson reflejan una visión optimista sobre el rumbo de la política de seguridad y cooperación internacional entre ambos países. En especial, resalta el papel de la frontera como un filtro cada vez más efectivo en la lucha contra el tráfico de drogas.
Aunque algunos analistas han puesto en duda la sostenibilidad a largo plazo de este tipo de afirmaciones argumentando que los grupos delictivos tienden a adaptarse y diversificar sus operaciones, lo cierto es que las cifras respaldan una reducción significativa en el flujo de drogas hacia territorio estadounidense, al menos en lo que se refiere al fentanilo.
El mensaje del diplomático se da en un contexto geopolítico particular, donde tanto Trump como Sheinbaum han mostrado voluntad de fortalecer la cooperación en temas de seguridad sin renunciar a sus respectivas agendas nacionales.
Mientras la Casa Blanca celebra la disminución en los decomisos en su territorio, como signo de disuasión efectiva, el gobierno mexicano se enfoca en el aumento de detenciones y confiscaciones como muestra de su compromiso para desmantelar las estructuras delictivas desde dentro.
El comentario del embajador no ha pasado desapercibido en círculos políticos y de seguridad nacional. En redes sociales, usuarios han debatido sobre la veracidad del “quiebre” de los cárteles, con opiniones divididas entre el escepticismo y el respaldo a los esfuerzos conjuntos.
Pese al optimismo de las cifras, expertos en seguridad advierten que el verdadero desafío será sostener estos logros y garantizar que la debilidad financiera de los cárteles derive en una reducción real de la violencia, el consumo y la capacidad operativa del crimen organizado en ambos lados de la frontera.
Los resultados actuales, sin embargo, ofrecen una narrativa esperanzadora en medio de un fenómeno complejo y de largo aliento: el narcotráfico y sus múltiples tentáculos en la región.