CDMX — “Somos los nueve ‘Ministros del Pueblo’, y estamos aquí por mandato del Artículo 39 de la Constitución federal”, se presentó el ministro electo, Hugo Aguilar Ortiz, ante gobernadores de pueblos indígenas, incluyendo a Maria Teresa Bautista, la presidenta municipal de San Agustín Tlacopetepec, Oaxaca y tierra de la infancia del nuevo presidente de la Corte.
Aguilar Ortiz se refirió al contenido de ese artículo como un precepto “hermoso para el pueblo de México”.
“Dispone que la soberanía reside esencial y originariamente en el pueblo, todo poder surge del pueblo y se instituye para su beneficio”, señaló, “eso es lo que nos reúne esta tarde, hermanos y hermanas”, dijo el ministro electo tras recibir el bastón de mando del pueblo mixteco de San Agustín Tlacotepec.
“Los pueblos indígenas somos la raíz más profunda de México, los pueblos indígenas somos el antecedente más lejano de estas tierras. Entre los yaquis dicen que el bastón de mando te impone la obligación de hablar por los que no pueden hablar, de defender aquellos que no se pueden defender, y ese es el significado profundo del bastón de mando que hoy estamos recibiendo”.
Agregó que esta es también una de las cosas que trascienden gracias a la reforma judicial y “del proceso electoral que acabamos de vivir, y no me voy a cansar de señalarlo. Se acabaron los privilegios en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)”.
Hugo Aguilar, abogado mixteco y a partir de la noche del 1 de septiembre de 2025, presidente de la Corte, estuvo presente en la ceremonia de purificación de los nuevos ministros, entre ellos Yasmín Esquivel, Loretta Ortiz, Lenia Batres, Irving Espinosa, María Estela Ríos González, Giovanni Azael Figueroa Mejía, Sara Irene Herrerías y Aristides Guerrero, el llamado ‘Ministro Chicharrón’, aunque éste no acudió a la ceremonia tras el accidente automovilístico que sufrió hace más de 10 días.
María Teres Bautista le entregó el bastón de mando a Hugo Aguilar: “No importa que seamos prietitos o güeritos, que haya justicias para todos”, le expresó.
Al entregarle el bastón de mando, la política indígena explicó qué representa este bastón: “Este bastón de mando encierra un poder ancestral que deviene de nuestros antepasados, quienes saben que ejercer justicia es mirar a todos por igual, es mirar en la profundidad de este México que necesita cotidianamente la responsabilidad de quienes lo representan para que sean atendidos por igual. Este bastón de mando es espiritual, es sagrado y tiene todo lo que nuestra madre naturaleza encierra: la vida, el amor, el cariño, la bondad y la unidad de todos los mexicanos. La solidaridad de nuestra gente, y mantiene también un profundo significado de arraigo a la tierra, porque somos los hombres y mujeres del maíz.
“Este bastón de mando es el bastón en el que todos los mexicanos tenemos que depositar la confianza en nuestros nueve ministros y ministras que hoy empiezan a hacer historia para construir y reconstruir un sistema judicial que hoy está obligado a impartir la justicia para todos. Maestro Hugo Aguilar Ortiz, ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, hoy tiene la encomienda de ser quien dirija el más alto tribunal de nuestro país, a nombre de San Agustín Tlacotepec, tierra de su origen, de su vida y sobre todo de su infancia, quien le diera el contenido cultural, el contenido de los valores comunitarios y de todo lo que encierra este ser que está trascendiendo para la historia. A nombre de todas las demás naciones y pueblos, desde el México más profundo le hago entrega de este bastón de mando. Confiamos, porque así lo dijimos en las urnas, que México empezará a transitar por un camino, por una justicia que ya se está mirando para todas y todos los mexicanos. No importa que sea ‘prietito o güerito’, para todos es la justicia del pueblo”, cerró María Teresa Bautista.
Hugo Aguilar aseguró que darle poder al pueblo es liberarlo, es empoderarlo y les coloca en la posibilidad de encabezar sus más grandes anhelos de justicia que se necesita en todos los rincones de nuestra patria, es, sin duda, un paso enorme en nuestro país.