Omar García Harfuch señaló que, desde su punto de vista, el fortalecimiento de la policía estatal es el camino para que estados como Jalisco recuperen plenamente la paz. Esto, afirmó, es algo que ha comentado con el gobernador Pablo Lemus, en quien ha encontrado apoyo para un esquema en el que sería más fácil coordinar el esfuerzo anticrimen federal con el de las fuerzas policiales locales.
En una videoplática con medios de comunicación jaliscienses y en la que participó Crónica, Harfuch evitó entrar en terrenos más teóricos en torno al papel que deben jugar las policías municipales, pero señaló con claridad que contar con 32 policías estatales muy fuertes, capaces de complementarse con los grupos federales, resultaría mucho más fácil y eficaz.
El máximo mando civil de la seguridad pública del país ha tenido una ronda de pláticas de este tipo con medios de comunicación de diferentes entidades federativas. García Harfuch lleva ya un par de semanas sin hacer apariciones públicas presenciales, una situación que extraoficialmente se ha ligado a mantener garantizada la integridad del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, pues ya sufrió un atentado en Ciudad de México en el pasado. Actualmente, García Harfuch es el responsable directo de las acciones en Sinaloa.
Regresando a la plática con medios de comunicación jaliscienses y en cuanto a las capacidades del Cártel Jalisco Nueva Generación, Harfuch dejó ver que hay un proceso de expansión que provoca que las detenciones de operadores de este grupo se den en otros estados. Por el contrario, la expansión de cárteles emergentes de Durango y Zacatecas ha tendido a invadir territorio del Cártel de Sinaloa sin meterse con el territorio jalisciense.
Señaló que, bajo su mando, las mesas de coordinación se han dado para combatir al 90 por ciento de los delitos que se cometen en el país y que, justamente, caen en el ámbito estatal. “No se trata de mesas de esas interminables en las que no se llega a nada, sino de operación directa en la que se tiene claro que los delitos no bajan si no detienes a quienes los comenten”, señaló.
Refdirió como prueba de los anterior los decomisos de armas y drogas que han logrado las fuerzas federales y estatales. Agregó que esto, sumado a la baja de homicidios, se lee finalmente como un rompimiento del esquema criminal, tanto por la merma a sus filas como por el dinero que deja de ingresar a sus finanzas.