
Viajar por carretera en México es una actividad habitual tanto para turistas como para transportistas, pero no está exenta de riesgos. Datos de BBVA Educación Financiera revelan que ciertas autopistas en el país se han vuelto focos de inseguridad, ya sea por robos a vehículos o por la alta incidencia de accidentes viales.
Según la Guardian Nacional, en promedio se reportan 1,121 denuncias anuales por robos en carreteras federales. Entre los tramos más peligrosos destacan siete rutas que concentran gran parte de estas denuncias, según el análisis de BBVA.
¿Cuáles son las carreteras identificadas como de mayor riesgo?
Puebla-Córdoba, un tramo recurrente en los reportes debido tanto por robos como por accidentes.
Autopista Matehuala – Monterrey, señalada también en los registros de la Guardia Nacional.
Ciudad de Morelia – Puerto de Lázaro Cárdenas (Michoacán), otro punto con alta incidencia de delitos a conductores.
Autopista México – Cuernavaca, que por su cercanía con la Ciudad de México se ha vuelto especialmente sensible.
Urracas – Matamoros – Reynosa, una ruta amplia que cruza zonas vulnerables.
Querétaro – Irapuato, otro tramo señalado por robos frecuentes.
Carretera federal Toluca – México, también en la lista como foco de denuncias.
Estos tramos no solo implican un peligro para automovilistas particulares, sino también para transportistas de carga. Organizaciones como la Alianza Mexicana de Organizaciones de Transportistas (AMOTAC) han reportado que robar mercancías en carretera es uno de los delitos más frecuentes, lo que aumenta la tensión para quienes viajan en rutas vulnerables.
Además de la inseguridad por robo, otro factor preocupante es el de los accidentes viales. Según informe de Publímetro, tramos como el de Puebla-Córdoba registran un alto número de colisiones, muertes y lesionados, datos que alertan sobre la necesidad de manejar con mayor prudencia.
¿Cuáles son las recomendaciones para protegerse al viajar?
1. Contar con un seguro de auto. Donde puedas reportar un incidente, pedir grúa, gasolina o cambio de llanta.
2. Revisar el vehículo antes de emprender el viaje, lo cual puede prevenir fallas mecánicas que aumenten la vulnerabilidad.
3. Tener a mano los números de emergencia, ya sea de la aseguradora o de las autoridades, para reaccionar rápido en caso de un siniestro o robo.
4. Planear la ruta con anticipación y evitar circular por tramos peligrosos durante la noche, cuando los riesgos suelen ser mayores.
La Red Nacional de Caminos reporta que México cuenta con 176,984 kilómetros de carreteras pavimentadas, entre federales, estatales, municipales y de cuota. Este amplio sistema vial convierte necesario estar bien informado: no todos los tramos tienen el mismo nivel de riesgo.
Aunque muchas carreteras mexicanas son seguras para transitar, existen rutas que requieren una preparación extra. Tener un seguro, informarse sobre los tramos más peligrosos y adoptar medidas preventivas puede marcar la diferencia para proteger tu vida y la de quienes viajan contigo. Viajar con responsabilidad y precaución no solo es una opción, sino una forma de minimizar los riesgos en el camino.