
La presidenta Claudia Sheinbaum dedicó parte de su conferencia matutina de este 27 de noviembre a desmontar lo que calificó como “falsa información con interés” en torno a la iniciativa de Ley General de Aguas, actualmente en revisión en la Cámara de Diputados. La mandataria subrayó que el objetivo central de la reforma es impedir el acaparamiento y la comercialización privada del agua, prácticas que —dijo— han sido permitidas por la legislación vigente desde 1992.
Durante su intervención, Sheinbaum explicó que varios puntos requieren clarificación en la redacción de la ley para evitar interpretaciones incorrectas, particularmente aquellos relacionados con la transmisión de derechos de agua entre pequeños productores y sus familias.
Transmisión de derechos para ejidatarios: un punto en revisión
Sheinbaum ejemplificó el caso de un ejidatario que, de acuerdo con la ley, cede su parcela y su pozo a un hijo tras su fallecimiento. Según explicó, los pequeños productores piden que la asignación del pozo sea automática, sin trámites adicionales.
Sin embargo, aclaró que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) requiere un procedimiento formal para actualizar el registro del nuevo titular y garantizar el orden administrativo:
“Es indispensable que haya un registro adecuado; esos son los temas que tienen que aclararse”, afirmó.
Otro de los puntos que generaron debate proviene de una observación hecha por el medio Contralínea, referente a la prohibición de descargas de mineras a cuerpos de agua. La ley anterior lo prohibía explícitamente, pero en la nueva redacción no quedó perfectamente claro, por lo que Sheinbaum aseguró que se corregirá.
La presidenta señaló que los foros abiertos en la Cámara de Diputados permiten atender inquietudes y corregir ambigüedades:
“Para eso se abrió este foro de discusión… para aclarar algunos temas o modificar otros”.
Reconoció el trabajo del senador Ricardo Monreal para construir acuerdos y confirmó plena coordinación entre Gobernación, Conagua y el Congreso.
El núcleo de la reforma no cambiará
Pese a las aclaraciones en trámite, Sheinbaum insistió en que el eje de la reforma —la prohibición del acaparamiento y la venta de permisos de agua— no se tocará, ya que fue acordado con sectores como empresarios y distritos de riego:
“Hay algunos que no quieren que se cambie la ley porque tienen privilegios. Pero el fondo es garantizar que haya agua para todas y todos, y que no se acapare para beneficio privado”.
La presidenta también adelantó que el objetivo es aprobar la reforma antes de que concluya el periodo ordinario.