Desde las primeras horas de la mañana el personal de la Fiscalía de Justicia de Guerrero fue alertada: "vienen los de Ayotzinapa". Lo que vino después fue lo que siempre ocurre cuando una batalla se sabe perdida, el abandono del lugar apresuradamente, lo que incluyó a medio centenar de policías que recibieron la orden de replegarse.

Y cuando llegaron los de Ayotzinapa la plaza estaba a su merced. Con bombas molotovs y petardos, atacaron el edificio sede de la Fiscalía hasta que el fuego comenzó a aparecer en varios vehículos cercanos.

Los de Ayotzinapa eran tan dueños de la situación que decidieron que esta vez sus acciones no serían grabadas. Despojaron de celulares a algunos (principalmente reporteros) que grababan y prendieron fuego a los teléfonos. Así los devolvieron.

Paradójicamente, una reunión de los normalistas con la gobernadora , Evelyn Salgado, ha sido el detonante principal. En esa reunión celebrada el lunes, la gobernadora prometió justicia; pero unas horas después trascendió que uno de los policías que mató a un normalista y luego trató de falsear lo ocurrido alegando que el muchacho estaba armado, escapó de su arresto administrativo. La policía estaba obligada a vigilarlo hasta que se abriera el proceso judicial.

La mamá de Yanqui Khotan, el normalista de Ayotzinapa muerto en esta ejecución extrajudicial, estaba en la comitiva que se reunió con la gobernadora 

"A los jóvenes de la normal les expresé mi compromiso para que el gobierno del estado siga coadyuvando con lo que le corresponde en el curso de las investigaciones que se han iniciado a través de la Fiscalía General de la República", informó posteriormente Salgado.

Unas horas después, fue el propio Presidente de la República quien confirmó el rumor que ya circulaba: el policía acusado que disparó contra Khotan se escapó, aparentemente con ayuda de quienes debían vigilarlo.