
“Fue una campaña en la que casi no hubo cambios desde diciembre (cuando inició la medición de la casa encuestadora Indemerc para Crónica), esto a pesar de que hubo todo tipo de noticias, de propuestas, de ataques y acusaciones, algunas de ellas que, en su momento, sonaron como sumamente graves”, señala Vicente Licona, director general de Indemerc, en una plática con Crónica para evaluar las encuestas que nuestro diario puso a disposición de sus lectores.
El resultado de la revisión a nuestras encuestas es extremadamente bueno, pues lectores y audiencia de nuestro diario, sí siguió atentamente los reportes mensuales que se le presentaron, supo que la intención del voto no varió nunca sustantivamente. La gran ventaja de Claudia sobre Xóchitl nunca disminuyó, la puntera nunca estaba en riesgo y quien sostenía lo contario, mostrando “otros datos”, no hay forma de que lo hiciera a partir de un análisis estadístico serio.
Sobre esto último, incluso Licona Cortés, a partir de su experiencia en otras elecciones, indica que seguramente en el cuarto de guerra de Xóchitl Gálvez había personas con conocimiento técnico para mostrarle cómo estaban las intenciones de voto, aunque muy probablemente, ya no había manera de mostrarle esa realidad si una parte del equipo de campaña prefería empujar a la candidata hacia la creencia de que se acercaba cada vez más a la morenista.
Como puede apreciarse en la gráfico de intención del voto en la elección presidencial (imagen en la parte superior de la página), Sheinbaum arrancó en nuestras encuestas con una intención de voto de 61 por ciento en diciembre pasado, registrando 57 por ciento en la realizada en mayo. Un leve aumento de las preferencias por ella a mitad de la campaña también resultó anecdótico, toda vez que el segundo lugar, Gálvez, se movió en la misma encuesta del 32 por ciento en diciembre a un final de 37 por ciento.
Los datos finales del Programa de Resultados Preliminares (PREP) terminaron, como ya es sabido, con Sheinbaum ganando el 59 por ciento de la votación real y Xóchitl con 28 por ciento. En realidad, la encuesta de Indemerc para Crónica sobreestimó la votación de la candidata opositora, pero la lejanía que guardaba respecto a la puntera nunca se vio verdaderamente adelgazada.
“Muchos quisieran criticar o restar poder de predicción al decir que una encuesta es la foto del momento, lo que es cierto, pero si tienes muchas fotos, eso ya es una película: tienes el inicio de una historia, el desarrollo de una historia y el final de la historia, y las encuestas de Indemerc para Crónica nos cuentan la historia de que esta campaña”, agrega Licona durante la plática que puede verse completa en las redes sociales de nuestro diario, “en términos de preferencias electorales, es decir, del número de personas que desde un inicio consideraba votar por Claudia Sheinbaum y por Xóchitl, tuvo cambios pero que fueron muy poco relevantes. Esta fue una elección decidida meses antes”.
La solidez metodológica de la encuesta que se presentó en nuestro diario permite saber que nuestros lectores y seguidores en Internet contaron con información estadística rigurosa durante la elección: “Para ver cómo se está de triglicéridos y azúcar, con que tomemos una pequeña muestra de sangre, podemos saber cómo se está de salud; análogamente, con las encuestas metodológicamente bien hechas, con que preguntemos a mil 200 mexicanos es suficiente para saber por quién están pensando votar. Y en esta caso sí obtuvimos entre 57 y 61 por ciento durante estos meses para Claudia y entre 32 y 37 para Xóchitl”, precisa Licona, “son estimaciones muy cercanas, particularmente la de Sheinbaum a lo que resultó el domingo. Efectivamente en la de Xóchitl Gálvez el 37 por ciento de la última encuesta, que es la que cuenta para comparar con resultados, si hay una sobreestimación, pero es una estimación”.
“No olvidemos que es una estimación para los 96 millones de mexicanos que podían votar, no para los que en realidad fueron a votar”, concluye, “allí hay una dificultad adicional; nuestras estimaciones son muy aceptables y estamos muy contentos, para los lectores, con meses de antelación, se le vino informando lo que con mucha probabilidad iba a suceder y sucedió”.
Efectivamente, para la candidata presidencial opositora y para Santiago Taboada, candidato a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, también hubo una sobreestimación, pero nunca dejó de haber mucha distancia, enorme, para prevenir que venía (y vino) una victoria contundente de Morena en ambas elecciones.
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