Como lo anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador hace unos meses, el gobierno federal empezó este principio de año la desaparición del Fondo Nacional de Fomento al Turismo, FONATUR, pues los servicios turísticos que estaban a cargo de ese organismo ahora pasarán a manos de los estados de la República.

Así lo informó la Secretaría de Gobernación (SEGOB), Luisa María Alcalde, quien explicó que ya se firmaron convenios con las entidades para llevar a cabo esa operación y explicó que con esa medida el sector turístico operará sin triangulaciones, con transparencia y sin irregularidades.

“Esta mañana firmamos convenios para transferir los servicios turísticos de @FonaturMX a las entidades federativas. Comienza una nueva etapa para los servicios turísticos en nuestro país: más eficiencia y transparencia, en una dinámica sin intermediarios ni esquemas de corrupción”, aseveró su cuenta en la red social X, antes Twitter, Luisa Alcalde.

Con ello empieza la desaparición gradual de Fonatur que anunció López Obrador desde marzo del 2023.

Fonatur fue creado en 1974, y su tarea principal ha sido la planeación e impulso al desarrollo de destinos turísticos en el país.

Ese organismo r fundó los centros integralmente planeados de Cancún, Quintana Roo; Ixtapa-Zihuatanejo, Guerrero; Los Cabos y Loreto, Baja California Sur; Huatulco, Oaxaca, y Litbú y Costa Capomo, Nayarit, según consta en su sitio de internet.

Al inicio del sexenio, el presidente López Obrador asignó al Fonatur la tarea de planear y comenzar la construcción del Tren Maya en el sureste de México, pero más adelante se tomó la decisión de que el Fondo debía transferir el ferrocarril a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), para que esta asumiera su administración, operación y mantenimiento.

Quintana Roo, y Oaxaca ya firmaron convenios para asumir las funciones y recursos que hacía el Fonatur.

Fonatur obtiene sus recursos mediante los impuestos que pagan los turistas extranjeros. Estos recursos se utilizan para el desarrollo de nuevos polos turísticos mediante la adquisición y desarrollo de predios con vocación de gran turismo.

Dichos recursos se ocupan para dar mantenimiento a las zonas hoteleras -avenidas, alumbrado, imagen pública, servicios, infraestructura y jardinería-, algo que los gobiernos municipales no tienen la capacidad de afrontar.