
La novela en la que el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya trató de involucrar a muchos funcionarios de la administración de Enrique Peña Nieto dentro de la trama de corrupción del caso Odebrecht podría acercarse a su fin, toda vez que la Fiscalía General de la República (FGR) en su conclusión subraya que el extitular de Petróleos Mexicanos director de Pemex y su familia fueron los únicos destinatarios de los sobornos.
De acuerdo con el portal Animal Político, tras cinco años de investigación la FGR detalló que Emilio Lozoya recibió dinero de la constructora brasileña Odebrecht a través de empresas ligadas a su familia, a cambio de la adjudicación de un contrato para la realización de obras en la refinería de Tula, Hidalgo, y descarta así que los sobornos fueran para agilizar la Reforma Energética.
Con base en sus evidencias la Fiscalía General de la República solicita una pena de más de 46 años de cárcel contra el exdirector de Pemex por los delitos de lavado de dinero, asociación delictuosa y cohecho.
Asimismo, la FGR pide que Lozoya pague una multa de 87 millones de pesos y seis millones de dólares como reparación del daño.
La dependencia señala con respecto a Gilda Susana Austin, madre del exdirector de Pemex, que se solicita una pena de 23 años de cárcel y el pago de 262 mil pesos de multa.
La acusación presentada por la FGR enlista a 19 testigos, entre ellos seis exdirectivos de la constructora brasileña Odebrecht.
En el mismo tenor, la denuncia refiere que Odebrecht pagó los sobornos a través de su División de Operaciones Estructuradas.
De acuerdo con el desglose de estas operaciones, 4 millones de dólares se pagaron entre abril y junio de 2012, esto durante la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto. Se depositaron a Latin American Asia Capital Holding, compañía constituida en las Islas Vírgenes Británicas y cuyos beneficiarios eran Emilio Lozoya y su hermana Gilda Susana.
En noviembre se bloqueó la cuenta de Latin American por una alerta antilavado. De esta forma, la transferencia de un millón 516 mil dólares se realizó a la compañía Tochos Hilding con la hermana de Lozoya como beneficiaria.
La FGR sostiene que los sobornos se pagaron hasta después de la campaña presidencial de Peña Nieto, lo que comprueba que el dinero era exclusivamente para Emilio Lozoya.
Ya como director general de Pemex, en 2013, Lozoya Austin pactó un soborno de 6 millones de dólares para adjudicar a Odebrecht obras en la refinería de Tula, Hidalgo.
Del monto, 2 millones se pagarían de inmediato mientras que los cuatro restantes solo si se cerraba la adjudicación.
El dinero fue transferido a la compañía Zecapan S.A., ligada al exdirector de Petróleos Mexicanos.
Con los sobornos Emilio Lozoya adquirió un departamento en el condominio Quinta Mar, ubicado en el Desarrollo Turístico de Ixtapa-Zihuatanejo en Guerrero.
La propiedad tuvo un valor de un millón 900 mil dólares, de los que un millón 200 mil fueron pagados desde Tochos Holding, transacción que fue realizada por Marielle Hlene Eckes, esposa de Emilio Lozoya.
La FGR sostiene en su acusación final 59 pruebas documentales, periciales y testimoniales.
Entre los testigos para el juicio se encuentran Marcelo Bahía Odebrecht, expresidente de Odebrecht, y Luis Alberto de Meneses Weyll, exjefe de la División de México de la constructora.
Ambos y otros testigos más comparecerían por videoconferencia, con el apoyo de peritos en traducción.
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