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¿Fracasa Jóvenes Construyendo el futuro?, millones en la banca, sin empleo 

Con un presupuesto de casi 100 mil millones de pesos desde su creación en diciembre del 2018, este programa tiene  128 mil jóvenes menos  registrados ante el IMSS que en durante el gobienro prista de EPN.

dia del trabajo

Desempleo o precariedad laboral en jóvenes

Desempleo o precariedad laboral en jóvenes

Con la conmemoración del Día Internacional del Trabajo este 1º de mayo, también se muestra una realidad que enfrentan unos 16.4 millones de mexicanos con rezago educativo y pobreza, que están en el desempleo, subempleados, o la informalidad donde no tienen ningún tipo de prestaciones o seguridad social, lo que impide su inclusión económica en condiciones dignas.

Si bien esta situación es general en el país , el sector de los jóvenes es donde más se evidencian la exclusión y discriminación que sufren para conseguir trabajo por tener desventajas acumuladas desde su nacimiento entre ellos el rezago escolar que los condena a trabajos precarios donde prácticamente es imposible salir de la pobreza o escalar en la movilidad social.

En México 16.4 millones de personas son jóvenes oportunidad, representan el 52% del segmento de población entre 15 y 29 años de edad.

Los “jóvenes oportunidad” es el sector de la juventud, que carece de estudios universitarios y tiene que conseguir trabajo.

Con un presupuesto ejercido de casi 100 mil millones de pesos desde su creación en diciembre del 2018 hasta el 2023, el programa Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF) que puso en marcha el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador donde se capacita y se otorga un apoyo mensual a los jóvenes que no estudian ni trabajan, equivalente a un salario mensual (o 7 mil 470 pesos ) y un seguro médico del IMSS, ha fracasado.

El número de jóvenes con trabajo formal a fines de 2023, respecto a los que había fines de 2018 no ha aumentado, evidencia un avance del reporte “Jóvenes oportunidad: Datos, análisis de políticas y recomendaciones para su inclusión económica”, que elaboró Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

De hecho—agrega--, son 128 mil jóvenes menos ahora, respecto a 2018, antes del inicio del programa JCF, cuyo objetivo es justamente insertar en las empresas o fuentes laborales a los jóvenes que “capacita” en este programa.

En el 2018, en el gobierno del priista, Enrique Peña Nieto, se registraron 6 millones 824 mil jóvenes en el IMSS mientras que en el 2023, fueron 6 millones 696 mil jóvenes, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social, es decir, 128 mil jóvenes menos.

De acuerdo al documento de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, la explicación de la falta de resultados es que este programa de Jóvenes Construyendo el futuro, tiene varias limitaciones y retos en su diseño e implementación que afectan su impacto pues no prioriza a jóvenes con mayores barreras de empleabilidad.

“El programa define que su población objetivo son jóvenes fuera de la escuela y sin trabajo. Pero no hace mención a la condición de rezago escolar u otras condiciones que dificultan o impiden la inserción laboral”, acusa

Asimismo tiene un sesgo geográfico que reduce la cobertura en las ciudades y zonas metropolitanas donde hay mayor cantidad de jóvenes fuera de la escuela y el trabajo. Las coberturas no corresponden con los estados y municipios con mayor cantidad de jóvenes fuera de la escuela y el trabajo, como la ZMVM y otras zonas metropolitanas.

El sesgo –agrega--aleja al programa de zonas con gran cantidad de jóvenes fuera de la escuela y sin trabajo, en pobreza y en contextos de violencia.

SIN EXPERIENCIA

No garantiza una experiencia laboral significativa, ni capacitación o desarrollo de competencias y dada la baja prioridad que la mayoría de las empresas dan a la capacitación de su propio personal es poco probable que haya un plan sólido y adecuado para aprendices.

Hay testimonios y otras evidencias empíricas de registros que simulan la capacitación y la experiencia laboral.

Tampoco ofrece opciones de cuidado para mujeres madres. Siendo las mujeres la mayoría de las personas jóvenes fuera de la escuela y sin trabajo, el programa no consideró la necesidad de espacios de cuidado.

La transferencia monetaria de JCF es mucho mayor que las becas para estudiantes lo que podría incentivar el abandono escolar.

En 2024, la transferencia de JCF es 8 veces mayor que la beca de Estudiantes de Educación Media Superior (EMS) y 3 veces mayor que la beca de educación superior (“Jóvenes escribiendo el futuro”). Esto puede generar incentivos no deseados para el abandono escolar o al menos envía un mensaje contradictorio.

El programa no garantiza experiencias relacionadas con los “mercados laborales” de cada región. Los centros de trabajo -en su mayoría personas físicas- no representan la dinámica del “mercado laboral”.

El programa no vincula a jóvenes con programas de intermediación laboral o “bolsas de trabajo”. En 2020, a raíz de la primera “generación” de jóvenes egresados se creó la estrategia “mes 13” que carece de vínculos con las ofertas laborales.

FUTURO INCIERTO

En México, la mayoría de las personas jóvenes enfrentan múltiples contextos adversos y barreras estructurales que impiden su inclusión económica, con desventajas que han acumulado desde su nacimiento como la condición de pobreza, padecido desnutrición crónica, con padres que tienen bajos niveles de escolaridad, trabajos precarios y otras condiciones de rezago social.

Estudiaron la educación básica en escuelas con baja calidad de aprendizajes, abandonaron la escuela sin concluir la educación media superior, carecen de habilidades, relaciones y experiencia, así como motivaciones para buscar y conseguir trabajo, situaciones que complican su inserción laboral en condiciones dignas.

En México hay 16.4 millones de jóvenes oportunidad, más de la mitad (52%) de la cohorte jóvenes entre 15 y 29 años de edad, mismos que afrontan 3 condiciones diferenciadas:

Exclusión: 5.1 millones están fuera de la escuela, sin estudios universitarios y sin trabajo; de los cuales 79% son mujeres.

En trabajos precarios. 8.2 millones fuera de la escuela, sin estudios universitarios, que trabajan sin salario suficiente y/o sin seguridad social.

Estudiantes en pobreza por ingresos. 3.1 millones sin estudios universitarios, y aunque siguen en la escuela, viven en hogares en pobreza o son vulnerables por ingresos.