Millones de mujeres mexicanas han sufrido discriminación laboral por maternidad, son diversos factores los que involucra este tipo de violencia, en estos tiempos el embarazo se sigue viendo como una desventaja en el ámbito laboral, por lo que debe ser visibilizada y atendida como un delito.

“Estamos envueltos en un sistema que todavía no entiende la necesidad de conciliar la vida laboral y familiar, en la medida en la que a las mujeres se nos siga asociando con las labores de cuidado sin incluir a los hombres, seguiremos siendo percibidas como si estuviéramos en desventaja”, explicó Valeria González Ruiz, coordinadora de vinculación e Incidencia en Política Pública de Early Institute.

Early Institute es un equipo especializado en investigación que tiene el objetivo de generar conocimiento y diseñar políticas públicas que permitan incidir en la primera infancia, cuentan con distintos proyectos, entre ellos el de la Prevención de la Discriminación Laboral por Embarazo (DLE).

Dicho proyecto llevó tres años de investigación para señalar cuál es la situación en México respecto al tema, cuáles son las causas que la originan, cómo reaccionan las instituciones ante el problema, además, explican que este tipo de discriminación es un problema frecuente y común que refiere a la violencia que se manifiesta de distintas maneras y se incentiva por un conjunto de prejuicios y estereotipos sobre la maternidad en el espacio laboral y público.

La gravedad de la discriminación por el embarazo, impacta no solamente a las mujeres, sino que los principales afectados son los bebés: “La primera infancia comienza desde el embarazo y si el bebé se ve afectado por el estrés y la preocupación de la mamá, puede afectar la integridad de ambos”, explicó Valeria González.

La coordinadora resaltó que los factores de violencia y discriminación no están siendo visibilizados, pero es un problema grave que debe atenderse: “Un bebé cuya madre sufre violencia sistemática, no va a nacer en las mismas condiciones de un bebé cuya madre no estuvo en un ambiente así, tenemos que entenderlo desde esa perspectiva para empezar a proteger el embarazo y la maternidad”.

La DLE se manifiesta en conductas, es decir, la distinción, exclusión o restricción, la causa es el desprecio hacia una persona o un grupo de personas con base en un estereotipo, prejuicio o estigma y como consecuencia vulneran los derechos de las víctimas.

Según la quinta entrega de la serie estadística que informa sobre la situación de violencia contra las mujeres en México (ENDIREH), generada por el Inegi,  en 2021 más de dos millones de mujeres que trabajaron fuera de su hogar en los últimos cinco años, sufrieron discriminación laboral relacionada al embarazo.

Dicho estudio reveló que el estado con mayor índice de DLE fue Chihuahua con el 23.8 por ciento del total: “Hay conductas que no son percibidas como discriminación o violencia, por ejemplo, si te piden una prueba de embarazo como requisito para trabajar, ya es discriminación por embarazo aunque la mujer no esté embarazada”, aseguró Valeria González e hizo hincapié en que a 2 millones 463 mil 182 mujeres le pidieron una prueba de embarazo como requisito para trabajar, según los datos del ENDIREH y a 740 mil 822 mujeres les pidieron una prueba de embarazo como requisito para continuar en su trabajo o renovar el contrato.

A 271 mil 934 mujeres las despidieron por embarazarse, mientras que a 144 mil 947 les bajaron el salario y prestaciones. Las conductas por DLE también pueden verse reflejadas en hostigamiento laboral, negociación de ascenso, negación de permisos, cambios de condiciones laborales en prejuicio de la mujer embarazada, ordenes que pongan en riesgo la salud, entre otros factores.

Early Institute pone a disposición un test en su portal para identificar a través de seis preguntas si han sido víctimas de violencia, en el mismo portal, las mujeres comparten sus testimonios y brindan acompañamiento a otras víctimas; además explican acerca de la problemática para visibilizar, concientizar frenar este tipo de violencia.