
Ángel, un menor de 14 años que estaba bajo cuidado y custodia de personal del albergue Centro Fabriles a cargo del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), en la Ciudad de Monterrey, Nuevo León, murió el pasado 9 de febrero, según reportó la oficina de Comunicación del Gobierno del Estado, al destacar que la causa del fallecimiento derivó por un choque séptico de abdomen agudo (inflamación generalizada debido a una infección); la Fiscalía estatal ya investiga lo ocurrido.
La muerte del menor provocó muchas preguntas en redes sociales sobre las posibles causas del deceso, así como también si evidencia alguna se comenzó a señalar a presuntos responsables por el fallecimiento de Ángel. Frente a esta situación y para despejar dudas sobre las causas que provocaron el deceso de este chico de 14 años es que la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León el pasado 11 de febrero abrió una carpeta de investigación para esclarecer este polémico suceso.
A través de un informe elaborado por la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), la Fiscalía de Nuevo León recabó datos y lleva acabao la revisión de entrevistas con personal que tuvo bajo su responsabilidad el resguardo y protección de Ángel, con el objetivo de despejar cualquier duda que pueda surgir por su fallecimiento.
Luego de que la Fiscalía pusiera en marcha la indagatoria del caso, el DIF no se quiso quedar atrás y el 13 de febrero reportó a través de un comunicado las causas por las que el menor perdió la vida en las instakaciones del albergue.
El DIF resumió que Ángel , de 14 añosy quien se encontraba bajo cuidado y protección en el Centro Fabriles de la ciudad de Monterrey, falleció por un padecimiento agudo derivado de una infección abdominal, la madrugada del 9 de febrero pasado.
El menor, según el DIF, presentaba diversos problemas de salud como trastorno de déficit de atención con hiperactividad, síntomas de estrés post traumático, trastorno depresivo persistente, discapacidad intelectual y crisis epilépticas.
El comunicado del DIF refiere que Ángel recibía atención por especialistas (en neurología, pediátrica y psiquiatría), quienes monitoreaban constantemente su tratamiento.
Debido a la condición clínica del menor, aunado a los medicamentos que se le proporcionaban presentó riesgo de alteración y dolor.
La dependencia subraya que el menor en todo momento estuvo bajo supervisión del médico de guardia en el albergue, hasta que durante el transcurso de la noche del pasado 8 febrero, los síntomas se agravaron, lo que obligó a que se solicitara una valoración urgente sobre el estado de salud de Ángel.
Paramédicos que lo atendieron detectaron múltiples episodios de vómito que estuvieron acompañados de dolores gastrointestinales y fiebre, encontrándose el paciente consciente. Durante su valoración el menor presentó insuficiencia en su oxígeno, lo que derivó en un deterioro de salud y paro cardio respiratorio, lo que requirió maniobras de reanimación avanzada sin que hubiera respuesta satisfactoria y cuyo desenlace fue la muerte de Ángel.
El DIF subrayó que la atención médica brindada se realizó con todos los protocolos de salud correspondientes.
"Tras el dictamen del fallecimiento del menor, se solicitó la presencia de un médico externo a nuestra institución para su valoración, que en todo momento estuvo acompañado por personal médico del DIF", destaca la dependencia al agregar que el médico que avaló la muerte del menor estableció en su certificado de defunción que la causa del deceso fue de tipo natural y sin que se presentará ningún signo de violencia como causa de la muerte.
El DIF rechazó que Ángel haya muerto tras haber sido golpeado, sedado y agredido o que haya sido abandonado en un campo de futbol por personal del albergue, como se ha rumorado, destaca la dependencia.
Copyright © 2022 La Crónica de Hoy .