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¿Por qué me enfermé de COVID, si me he cuidado mucho?

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Mami ¿por qué yo?, fueron las únicas palabras que pudo pronunciar, de inmediato sus ojitos se llenaron de agua, y dos enormes lágrimas escurrieron por sus mejillas.

-¿Mami, qué me va a pasar? ¿Me van a llevar al hospital?, la angustia se adivinaba detrás del cubrebocas, que sólo dejaba asomar sus asustados ojos.

Con temperatura de 38.7 grados, dolor de cabeza, mucho sueño, porque la fiebre de la noche anterior apenas la dejó dormir un par de horas, incluso tuvo que levantarse y bañarse en medio de la madrugada, porque el paracetamol no hizo efecto alguno, la pequeña Cecilia, pasó a formar parte de los millones de mexicanos que irremediablemente se contagiarán de la COVID-19.

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En una de las Unidades de Medicina Familiar (UMF), del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en la alcaldía de Azcapotzalco, acompañada de medio de medio centenar de adultos, quienes también acudieron a hacerse la prueba COVID, muchos de los cuales estaban dando positivo al virus, por pequeños grupos eran llamados al interior de la carpa del Módulo de Atención Respiratoria del Seguro Social (MARSS), instalada en el estacionamiento.

“Ustedes han dado positivo a la prueba de COVID-19, en un momento van a ser llamados para verificar sus signos vitales y que les indiquen los cuidados que deberán tener en casa, qué pueden comer y los medicamentos que les prescriban y cada cuándo deben tomarlos… Quienes necesiten incapacidad para informar en sus trabajos, también mis compañeros en unos momentos les indicarán qué deben hacer en línea, para evitar se tengan que trasladar hasta sus trabajos y logremos así cortar cadenas de contagios”.

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Atrás de la pequeña Cecilia, con sus 11 años, una mujer cincuentona, también lloraba, dos enormes lágrimas escurrían por sus mejillas y fueron absorbidas por el cubrebocas, mientras en el teléfono celular decía a la persona del otro lado: “salí positiva… sí, sí, sí, estoy bien, pero tengo miedo…. ¿No puedes venir por mi?... ok aquí te espero”, y es que este virus letal, sigue causando miedo en chicos y grandes, aunque estén vacunados, es el miedo a una enfermedad grave, quizá sea el miedo a la muerte.

TRANQUILA PEQUEÑA, TODO VA A ESTAR BIEN

La menor pasó con la doctora, quien de inmediato se dio cuenta del miedo que tenía la pequeña Cecilia, a quien trató de inspirar confianza: “tranquilízate chiquita, todo va a estar bien, no te va a pasar nada, -le decía la doctora del Seguro Social, mientras comenzaba a monitorear sus signos vitales-: oxigenación, normal; presión arterial, normal; estas muy bien, pero el que no está bien es tu corazoncito, si no te tranquilizas tu ritmo cardiaco no se va a normalizar, está aceleradito porque estás asustada, no te espantes”, le explicaba la doctora a la menor, quien no podía dejar de llorar.

En su pequeño mundo escolar, parecía que las cosas comenzaban a derrumbarse, preguntaba con mucha insistencia, cuándo podría volver a la escuela, y es que el ciclo escolar está por terminar, y siendo de sexto grado, no quiere irse a la secundaria, cuenta, sin despedirse de ellos “tal vez a muchos no los vuelva a ver…

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“Lo que no entiendo es por qué me enfermé, si no he dejado de cuidarme -indica al compartir su testimonio con Crónica-. Desde que regresamos todos a clases, aunque muchos de mis compañeros con el tiempo dejaron de cuidarse y a veces se quitaban el cubrebocas, o no se lavaban las manos, dejaron de llevar su gel antibacterial, y no volvieron a desinfectar sus pupitres, pero yo no dejé de hacerlo, me he seguido cuidando, entonces por qué me contagié, ¿por qué yo mami?”.

Sus interrogantes encontraron respuesta en la voz de un doctor que parado a espaldas de Cecilia escuchaba sus inquietas preguntas: “por eso te enfermaste pequeña, porque muchos de tus compañeros dejaron de cuidarse, bajaron la guardia…

“Cualquiera de ellos pudo haber llevado el virus a tu escuela, a tu salón, y aunque algunas personas cursan por la enfermedad como asintomáticos, es decir, que no se sienten para nada mal, sí son capaces de contagiar el virus a otros de sus compañeros y ellos enfermar, como te ocurrió a ti. Lo que debes hacer es seguirte cuidando como lo has hecho, regresarás a despedirte de ellos en tu ceremonia de fin de cursos, y en tu nueva escuela, recuerda: no bajes la guardia, porque esta pandemia, todavía está lejos de terminarse”, le recomendó el joven médico.