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Hasta medio millón de bebés al año carece de esquema de vacunación en México

Mientras de 2016 a 2018 el porcentaje de no vacunados contra la polio, por ejemplo, fluctuó entre 4 y 9%, en 2020 pasó a 23%. Burocrático, el método para calcular coberturas. Se promete un sistema para registro fiable, “pero está en desarrollo”: SSa

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Antes del confinamiento el esquema tradicional de vacunas presentaba deficiencias por la producción de las mismas, así como por
cuestiones administrativas, presupuestales y de organización, pero la pandemia agudizó el problema.

Antes del confinamiento el esquema tradicional de vacunas presentaba deficiencias por la producción de las mismas, pero la pandemia agudizó el problema.

Entre 200 mil y 500 mil niños recién nacidos se quedan sin vacunar cada año en el país. La cifra oscila -dentro de este rango- de acuerdo con el tipo de biológico, pero es evidente una tendencia al alza en los últimos años…

Crónica revisó la base de datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), nutrida con información proporcionada por el gobierno mexicano. Del análisis se desprendió un retrato crítico.

Por ejemplo, con respecto a la poliomielitis, una de las enfermedades en riesgo de retornar, según han alertado la propia OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en 2020 se dejó de vacunar a 495 mil 823 pequeños, el 23 por ciento de los 2 millones 163 mil 632 nacidos vivos.

En 2019 no se inmunizó a 317 mil 499 bebés, el 16 por ciento de los 2 millones 177 mil 039 nacidos vivos.

En los tres años previos -2016 a 2018-, el porcentaje de no vacunados fluctuó entre 4 y 9 por ciento.

Otro caso ejemplificador es el sarampión, padecimiento latente entre los menores: en 2020 faltó aplicar la vacuna a 175 mil 825 niños, el 8.2 por ciento de los nacidos vivos. Y en 2019 fue a 561 mil 697, el 26 por ciento de los nacidos vivos.

Un año antes, en 2018, el porcentaje había sido sólo del 2.7 por ciento.

Las cifras oficiales, ya de por sí adversas, se mantienen bajo una sombra de dudas: en México, el método para el cálculo de coberturas de vacunación es precario. Como se carece de un registro nominal de las aplicaciones y de un modelo personalizado, todo se reduce a un cálculo administrativo: sólo se divide el número de dosis adquiridas entre una estimación de la población objetivo.

“Esto se presta a alteraciones, engaños y hasta ponderaciones políticas. Por eso no hay coincidencia entre los números oficiales y los sondeos de otras organizaciones o dependencias autónomas”, señaló Abraham J. García, especialista en Medicina Familiar en el Sector Salud.

Una prueba de ello son las diferencias entre las coberturas burocráticas enarboladas por la Secretaría de Salud con los resultados de mediciones afines como la Encuesta Nacional de Salud o la Encuesta Nacional de Niñas, Niños y Mujeres.

Durante la 4T, se ha conservado el mismo método incierto…

La SSa, a cargo de Jorge Alcocer Varela, se ha comprometido a cumplir la llamada Meta del Bienestar: alcanzar un 90 por ciento de cobertura en el esquema básico de vacunación para 2024, basado en las fórmulas convenientes del pasado.

-¿Cómo van a cumplir la famosa Meta del Bienestar? -se preguntó a José Luis Díaz Ortega, director del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (CeNSIA), área encargada del programa nacional en la materia.

-De conformidad con la demanda de vacunas y la disponibilidad a nivel mundial de las mismas, se llevan a cabo acciones de puesta al día, diferentes campañas específicas de vacunación y Jornadas Nacionales de Salud Pública a fin de mejorar las coberturas del esquema.

-¿Cuál es la estrategia del gobierno para contar con un registro fiable y transparente de vacunados, en el que pueda ser posible cotejar quiénes, efectivamente, reciben sus esquemas completos?

-Actualmente se está implementando una estrategia informática de digitalización de dosis aplicadas en un sistema de información denominado “Ambiente para la Administración y Mejora de Atención en Salud”, también conocido por AAMATES, por sus siglas. Este sistema está siendo implementado por la Dirección General de Información en Salud (DGIS) y por la Dirección General de Tecnologías de la Información (DGTI). Será un registro nominal para todos los grupos de edad.

Sin embargo, a casi tres años y medio de la 4T, el funcionario reconoció: “Aún se encuentra en desarrollo, en la fase de pruebas”.

Según el subsecretario de Promoción y Prevención de la Salud, Hugo López-Gatell, la idea es encontrar soluciones más baratas, “no ligadas a contrataciones repetitivas ni filantrópicas”.

AAMATES -en cuyo diseño también interviene la oficina de política digital de la Presidencia de la República, encabezada por Emiliano Calderón-, “permitirá dar seguimiento a la relación demanda-provisión de servicios de salud, como si fuera un expediente clínico electrónico. La visión es que al nacer un niño se le registre, se le asigne una CURP y a partir de ahí tenga su registro de vacunación, y tenga seguimiento de dónde y porqué fue atendido”, dijo.

Mientras las promesas o ilusiones se concretan, predominan las noticias oscuras en torno a la vacunación en el país…

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Según la OMS, México aparece en la lista de países con mayor aumento en el número de niños sin recibir la primera dosis de biológicos vitales como el DTP (combinación contra la difteria, el tétanos y la tos ferina). Entre 2019 y 2020, más de 800 mil se quedaron sin suministro.

“Las cifras son alarmantes, indican que la pandemia está echando por tierra años de progreso en la inmunización sistemática y exponiendo a millones de niños a enfermedades mortales y prevenibles. Se trata de una advertencia, no podemos dejar que un legado sea el resurgimiento del sarampión, la poliomielitis y otras enfermedades mortales”, ha declarado Seth Berkley, Director Ejecutivo de la Alianza para las Vacunas.

A ras de tierra, entre las vacunadoras, se percibe el retraso…

“Tenemos mucho rezago en el esquema. Las vacunas nos las están entregando en el último trimestre del año, y las autoridades federales desconocen cómo se está trabajando en los primeros ocho meses”, señaló a este diario Laura Patricia Quintero, una de las principales promotoras de la vacunación en el estado de Guanajuato.

-¿Y cómo se está trabajando? -se le preguntó.

-El esquema tradicional de vacunas está desfondado. Si son cuestiones de producción de vacunas, lo entendemos, pero también son cuestiones administrativas y presupuestales, de organización. Si antes, sin haber atravesado por una pandemia, se atrasaban las contrataciones y la distribución, ya nos podemos imaginar lo que ha sucedido en estos tiempos, cuando todo mundo se dedicó a farolear con el COVID- 19, y olvidó el resto de las vacunas…