
El informe "Education at a Glance 2024" de la OCDE presenta un panorama mixto sobre el sistema educativo de México. Aunque se destacan avances importantes, el país aún enfrenta retos significativos en términos de equidad y financiación.
Uno de los logros más notables en el informe es la disminución de jóvenes entre 25 y 34 años sin educación secundaria. Entre 2016 y 2023, esta cifra se redujo en 11 puntos porcentuales, alcanzando un 42%. A pesar de este avance, la tasa en México sigue siendo significativamente más alta que el promedio de la OCDE, que es del 14%. Esto sugiere la necesidad de continuar impulsando políticas que fomenten la permanencia de los jóvenes en el sistema educativo, especialmente en zonas rurales y comunidades vulnerables.
El informe también destaca la brecha de género en los resultados educativos y laborales. A nivel educativo, el 28% de las mujeres de 25 a 34 años en México tienen una calificación terciaria, en comparación con el promedio de la OCDE del 54% para mujeres y del 41% para hombres. En el mercado laboral, las mujeres enfrentan desventajas significativas. Solo el 47% de las mujeres jóvenes con menos de una educación secundaria están empleadas, comparado con el 91% de los hombres. Además, aunque el 78% de las mujeres con educación terciaria están empleadas, aún se encuentran por debajo del 89% de los hombres con la misma calificación. A nivel salarial, las mujeres con educación terciaria ganan un 81% del salario de sus pares masculinos, una cifra ligeramente inferior al promedio de la OCDE del 83%.
En términos de inversión, México se encuentra significativamente por debajo del promedio de la OCDE. El gasto anual por estudiante, desde primaria hasta educación terciaria, es de solo 3,513 dólares, mientras que el promedio de los países de la OCDE es de 14,209 dólares. Esta falta de inversión impacta negativamente en la calidad de la educación, reflejándose en recursos limitados para infraestructura, materiales educativos y formación docente. El país dedica el 4.2% de su Producto Interno Bruto (PIB) a la educación, por debajo del promedio de la OCDE del 4.9%. Además, la inversión pública en educación infantil ha disminuido un 18% entre 2015 y 2021, en contraste con un aumento del 9% en la media de la OCDE.
El informe también señala una alta densidad de alumnos por maestro en todos los niveles de educación. En la educación primaria y secundaria, México presenta un promedio de 24 y 30 estudiantes por docente, respectivamente, comparado con 14 y 13 estudiantes por maestro en promedio en los países de la OCDE. Esta alta densidad dificulta la atención personalizada y afecta la calidad del aprendizaje, incrementando la carga de trabajo de los docentes, quienes, además, trabajan más horas al año que el promedio de sus colegas en otros países (988 horas frente a 706 horas anuales en la OCDE).
A pesar de los avances, como la reducción de la proporción de jóvenes sin educación secundaria, México enfrenta retos importantes en términos de equidad de género, financiamiento educativo y condiciones de enseñanza. Para construir un sistema educativo más inclusivo y equitativo, es fundamental incrementar la inversión, mejorar las condiciones laborales y reducir las desigualdades en el acceso y la calidad educativa.
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