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“Mínimo margen de acción contra la inflación; ésta no es como las anteriores”

La instancia gubernamental tiene en sus manos una sola herramienta antiinflacionaria de alto impacto en este momento, señala el economista Enrique Provencio, investigador del Programa Universitario de Estudios sobre el Desarrollo (UNAM); esa herramienta, que es el subsidio a las gasolinas es el verdadero programa para afrontar una inflación que no se parece en nada a las anteriores

Economía

Continúan los precios altos en diversos productos de la canasta básica

Continúan los precios altos en diversos productos de la canasta básica

Cuartoscuro

Enrique Provencio es uno de los economistas que mejor sabe traducir los temas duros de su disciplina y sus consecuencias, a ras de tierra, lo que vivirán los ciudadanos. En el caso del proceso inflacionario que transitamos, así como del Plan Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) amlista, llama a afrontar la realidad de los siguientes años, aunque ésta no sea muy promisoria: esperemos aumento de precios impulsados por factores externos, acostumbrémonos a nuevos niveles de costos en la vida diaria, pues estamos ante algo que no se había visto en aquellas etapas en las que se intentaba controlar la inflación con pactos entre los sectores productivos mexicanos. Estas recetas no servirán ahora.

Los elementos verdaderamente relevantes del proceso inflacionario están en el shock pospandemia sobre la producción, la demanda y las cadenas de suministros, especifica en entrevista con Crónica al subrayar como uno de estos factores el conflicto bélico, con la artillería rusa y la resistencia ucraniana que han prolongado y hecho incierta la guerra que se desarrolla en el territorio de uno de los graneros del mundo.

“En esta inflación ha habido tres etapas claramente diferenciadas”, señala: “la primera es el crecimiento de los precios del Petróleo en el mercado mundial, así como la recuperación de la demanda luego del gran encierro y el impacto, el shock, en las cadenas de suministros mundiales”.

Enrique Provencio es investigador asociado del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Enrique Provencio es investigador asociado del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Archivo

“Después, ya en el 2020 la inflación comenzó a difundirse en el sistema productivo, sobre todo en el segundo semestre del 2021”, añade; “la tercera etapa finalmente es la invasión de Rusia a Ucrania: crecen los precios del Petróleo y gas, y mete presión al mercado de alimentos”.

–La respuesta del gobierno fue el PACIC, ¿Qué nos dice de este paquete? –se le pregunta a Provencio.

–Aun asumiendo que es positivo un programa antiinflación, éste no le está pegando a los grandes factores. El verdadero programa contra la inflación en México es el subsidio a las gasolinas, está incluido evidentemente en el PACIC y llega a los 400 mil millones de pesos en 2022 y, de hecho, ya se venía aplicando desde antes.

–¿Qué peso tiene el subsidio a gasolinas?

–Uno de los principales impulsores del incremento de los precios es, justamente, el costo de los combustibles. Se estima que sin el subsidio la inflación estaría 3 puntos por encima, es decir, en 11 por ciento. De este tamaño es su importancia. Pero hay que señalar que representa alrededor del 1.5 del PIB, por lo que tiene consecuencias muy importantes: es mayor que prácticamente todos los programas sociales del gobierno. Tampoco está de más decir que tiene un efecto distributivo muy regresivo, porque está beneficiando sobre todo a los consumidores de altos ingresos.

Fuera de este subsidio, el resto de las medidas tienen poca incidencia en los factores que están presionando el crecimiento de precios, la mayor parte se originan en el mercado mundial de combustibles y en el de los alimentos. A la primera quincena de junio las presiones vienen de alimentos y bebidas, de frutas y verduras, sobre todo de los productos pecuarios: a la primera quincena de junio éstos tenían un crecimiento anualizado de 15 por ciento.

–Aun cuando usted nos señala poco impacto del PACIC, también lo califica de positivo…

–Fue una respuesta positiva, porque el agravamiento del problema ameritaba respuesta, aunque esta no fue lo suficientemente comprensiva ni adecuadamente dirigida. El PACIC tuvo la virtud de mandar una señal de acción porque era peor y muchos los riesgos de la inacción. Era un intento, bien intencionado, pero ineficaz, así lo resumo.

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Las 16 medidas relativas a la producción, servicios y comercio exterior no están teniendo suficiente efecto. Atacan algunas fuentes internas, pero no las determinantes que son externas. Tampoco cambió las expectativas anuales. Estamos a dos meses de su anuncio y la inflación se sigue manteniendo alta, al 7.9 por ciento anual en el índice de precios al consumidor, y la expectativa es que la inflación empiece a disminuir en el segundo semestre del año hacia 5 y 6 anualizado y con algo similar en 2023.

Las causas no están tocadas en el PASIC y difícilmente lo estarán en una acción gubernamental.

–¿Desde el gobierno pudo hacerse algo muy contundente contra la inflación?

–El intento del PACIC por influir en las expectativas de creación de precios era razonable y esperado desde el punto de vista político, pero tenía muy poco margen de acción.

La caracterización de la actual inflación es muy importante, puesto que es casi global, excluyendo a China. No existe una estrategia global, salvo la monetaria que están tomando los bancos centrales. El curso de esta inflación depende más de la duración de la invasión rusa a Ucrania y de que se absorban ordenadamente los impactos en el nuevo nivel de precios. Es un hecho que la prolongación de la invasión rusa va a hacer cada vez más difícil salir de esta ola inflacionaria.

A diferencia de otros episodios en México, éste no está relacionado con el tipo de cambio ni con los salarios. De hecho, los rubros más relacionados con el aumento salarial han tenido crecimientos por debajo del 6 por ciento anual. No es una inflación del tipo de cambio, de salarios, ni tampoco está asociada a los servicios públicos.

–¿Qué debería hacer el gobierno ahora?

–El PACIC va a requerir una revisión y eso ya se previó. Se necesita porque en estos dos meses las señales cambiaron, en las circunstancias actuales las presiones monetarias son más altas, el alza de las tasas de interés está por encima de lo que se esperaba, lo que se va a transmitir a precios en los próximos meses.

Esto tiene que ser en este verano y sería deseable que se hiciera incluyendo una revisión con información sobre lo que está ocurriendo con la formación de precios en el sector agropecuario: por ejemplo, qué está pasando con los fertilizantes o con la reserva estratégica de maíz o con la eliminación de cuotas compensatorias que se anunciaron. No está fluyendo esta información.

–¿Algún renglón donde haya que poner mucha atención?

–Hay que tener más claro el impacto social. El aumento del costo de la canasta básica, no la de Profeco, sino la de Coneval, anda 5 puntos por encima de la del Índice de Precios al Consumidor y añade vulnerabilidad a los sectores de menores ingresos. Si no hay mecanismos de compensación, esto se va a traducir en aumento de la pobreza por ingresos en los próximos meses.

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Foto: Cuartoscuro

Dada la alta dependencia de las importaciones y el bajo crecimiento en la producción agropecuaria nacional, este elemento no está ligado a los subsidios, sino a que el tipo de cambio se mantenga estable. Y hay una paradoja: El aumento de la tasa de interés ha ayudado para que el tipo de cambio se haya mantenido estable y va a ser clave para que no entremos en un proceso devaluatorio, pero repercute en el alza de algunos precios.

Este no es un problema sólo nuestro, se ha incrementado la incertidumbre global no sólo por la invasión rusa, sino también porque otros factores de más largo alcance apuntan a que va a ser muy lento el regreso a una etapa de inflación baja. Lo más probable es que el regreso a una inflación de 4 por ciento que llegamos a tener tardará muchos años y nos tendremos que acostumbrar a un nuevo nivel de precios. Creo que en este caso tenemos que buscar cómo normalizar una inflación más alta.

El precio de los alimentos de canasta básica incrementa.

El precio de los alimentos de canasta básica incrementa.

Foto: Cuartoscuro

–Los factores claves seguirán fuera de nuestro control…

–Esta es una inflación distinta debido a los choques de oferta que hubo, a las insuficiencias en las cadenas de suministros y a sequías en algunos lugares y, sobre todo, a la guerra en Ucrania. La recuperación todavía no termina o, mejor dicho, se interrumpió, así que no es una inflación que se pueda solucionar por el lado monetario. Es una que va a depender de que se normalice el mercado del Petróleo y a que termine la invasión rusa.

Lo que sí está en nuestras manos es que el costo no lo pague mayoritaria ni predominantemente el salario ni el consumo popular. En todos los episodios del pasado el salario salió perdiendo y en nuestras manos si está que los costos se distribuyan esta vez de manera más equitativa.