
“Nunca me imaginé que iba a estar al frente de una planta industrial, pero sí fui educada con la confianza de que yo podía llegar hasta donde quisiera hacerlo. Creo que al principio de mi carrera profesional no tenía tan claro el rumbo que le iba dando, pero le fui tomando el amor y la pasión a la parte Industrial a lo largo de mi desempeño y las experiencias que he tenido.
“Desde muy pequeña tuve siempre muy claro el objetivo de ser independiente y de llegar lejos, quizá no a nivel jerárquico pero sí en cuanto a mi contribución hacia el mundo, por eso me cambio de área (de economista) a la parte de salud, porque creo que me da una motivación adicional para contribuir al bienestar de toda la gente y ese es el motor que hoy por hoy me anima a romper las barreras a nivel de equidad de género”.
Ella es María Elena Pardo, directora de la planta de vacunas de Ocoyoacac, de Sanofi-Pasteur México, quien en entrevista con Crónica, cuenta de su pasión por hacer cosas nuevas, de enfrentarse a retos y demostrar que puede, que es capaz, y que tiene los conocimientos.
Es así como tomada de la mano de su esposo, con quien ha compartido su vida los últimos 24 años -cuando estudiaban la universidad en Argentina, de donde es originaria-, decidió darle un giro a su vida, y migraron a Canadá, en donde María Elena dejó los números para entregarse en cuerpo y alma al área de salud en Sanofi, donde ingresó hace 17 años.
En la víspera de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer –que se celebra este 8 de marzo-, María Elena Pardo advierte los retos a los que como mujer se tuvo que enfrentar para llegar hasta donde esta, como encargada de la planta de vacunas de Sanofi-Pasteur en nuestro país, en donde se producen los antígenos de la vacuna contra la Influenza, para las 35 millones de dosis que se utilizan en México cada año.
Nació en Argentina en dónde permaneció hasta que concluyó sus estudios universitarios y por decisión personal decidió Buscar mejores oportunidades de vida y laborales y junto con su novio quién ahora es su marido se fueron a vivir a Canadá En dónde tuvo la valiosa oportunidad de comenzar a trabajar en Sanofi empresa que le ha dado muchas oportunidades y en dónde lleva laborando ya 17 años.
INICIA UNA NUEVA VIDA EN CANADÁ
En el 2004, cuando llegan ella y su esposo a Canadá, ingresó al área de finanzas de Sanofi y poco después recibe su primer promoción “en un área donde no había muchas oportunidades para las mujeres y me nombran directora de finanzas. Para mí fue la primer señal de que Sanofi es una empresa que apunta a la equidad de género y a la diversidad e inclusión en general, a partir de ahí me apasione por la complejidad del área industrial y como me gustan los retos presenté a la empresa un plan de desarrollo, el cual fue muy controvertido, porque soy economista y fue así como me comencé a familiarizar en ámbitos industriales y estuve a cargo de todo el departamento de logística de Sanofi en Canadá, desde el comienzo de producción hasta la distribución, incluso lideré un proyecto grande de ingeniería para ampliar la capacidad de la planta un proyecto con un valor de 100 millones de euros, “lo cual significó para mi todo un reto”.
El alto desempeño en su trabajo, llevó a María Elena a una promoción más, aunque aceptar no era cosa sencilla, ya que significaba dejar Canadá, y mudarse a México, sin embargo, resalta que el excelente canal de comunicación que siempre ha tenido con su marido permitió tomar la mejor decisión para ellos, aunque él tuvo que renunciar a su trabajo, y sus dos hijos adolescentes.
Aunque en Canadá María Elena Pardo gozó de la igualdad de oportunidades laborales en puestos jerárquicos tanto para hombres como mujeres, no ocurrió lo mismo en el aspecto salarial, ya que ahí, dice, hace, alrededor de 10 años debió levantar la voz, para que esa misma igualdad se viera reflejada en su paga, “y te puedo decir, que en ese aspecto Sanofi también es una empresa en la que pone atención a esos aspectos y mi voz fue escuchada”.
ROMPIENDO PARADIGMAS
“Como mujer considero que todavía hay mucho por hacer en cuanto a reforzar el diálogo con nuestras parejas, sobre todo si fuimos y educadas de una manera muy tradicional pensando que la mujer debe encargarse de las tareas del hogar, entonces hay que ver cómo rompemos paradigmas. La verdad es que he tenido la suerte de haber encontrado un esposo muy abierto al diálogo y eso nos ha permitido encontrar el balance como familia, incluso en lo profesional”, advierte.
A pocos meses de cumplir su primer año de que llegó a México con toda su familia, en Canadá estuvo a cargo de producción e ingeniería “y aunque no era un área de mujeres, tengo la impresión de que mi desempeño no causó un gran impacto, contrario a lo que ocurrió con mi llegada a México. No obstante, es importante destacar que mi nombramiento en Sanofi fue recibido de manera muy positiva, y aunque yo traigo la inclusión y diversidad en mi cerebro y siempre me comporto como creo que cualquiera lo haría, a mi llegada al país, reconozco que he recibido muchos comentarios... Como que mi llegada a México ha sido una sorpresa”.
“Creo que llegar hasta donde he llegado, ha sido fruto de la preparación que fui haciendo de mi propia carrera, meterme en ámbitos en los que no había muchas mujeres, por la experiencia que fui adquiriendo y animarme a aprender cosas distintas, y en este sentido, creo que en México todavía hay mucho por trabajar y en Sanofi la verdad es que yo me siento agradecida y siento que tengo las herramientas para mi crecimiento profesional como mujer”.
Orgullosa de su marido, de haberlo elegido como compañero de vida, y de la familia que han construido con dos hijos acostumbrados a los cambios, y a encontrar la forma de soluciones como la que implicó dejarlo todo y cambiar de país, María Elena Pardo se dice satisfecha con lo que ha logrado, aunque advierte que quiere seguir aprendiendo y seguirse enfrentando a retos, para continuar dando lo mejor de sí misma.
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