Que el nuevo marco curricular que construye la Secretaría de Educación Pública (SEP) pueda adecuarse a las necesidades de cada alumno con discapacidad, pidió la Asociación Pro Personas con Parálisis Cerebral (APAC), al gobierno de México.

Julia Eunice Castro Córdoba, Directora de Centros Educativos de la asociación, explicó que es necesario que el modelo educativo de la SEP dé a los alumnos con discapacidad el tiempo para trabajar las habilidades de los niños.

Explicó la necesidad de que el marco educativo permita a los alumnos contar con la posibilidad real de educarse, con maestros capacitados que quieran también aprender, y que no solo traigan a los niños con discapacidad para ser “incluidos” en un rincón del salón de clases, pero sin convivir.

Entrevistada en exclusiva por Crónica, la pedagoga por la UNAM con 41 años de experiencia en educación para Personas con Discapacidad (PcD), comenta que si tuviera la posibilidad, ella le pediría al Presidente de la República una cosa:

“Que la infraestructura escolar sea la correcta para los alumnos con Discapacidad”, señala con pasión y esperanza en sus ojos.

Sabe lo que pide, pues no todas las escuelas, universidades, ni sus comunidades educativas están realmente preparadas y habilitadas para recibir a un alumno con discapacidad.

Con un caudal de cursos, diplomados, y presentaciones en foros nacionales e internacionales, y la experiencia de ser maestra de grupo, coordinadora y directora de varios programas de APAC, dice que “hacen falta maestros que se quieran atrever a más”.

¿Más dinero, más poyo?

El 3 de diciembre del año pasado, Día Internacional de las PcD, la titular de la SEP, Delfina Gómez Álvarez, anunció que para este 2022 el Programa Fortalecimiento de los Servicios de Educación Especial contaría con 715 millones de pesos.

Esta noticia causó esperanza inmediata; a 6 meses de distancia es relevante saber en qué se invierte este presupuesto, para que la mejora en los servicios de Educación Especial para PcD sea evidente, de beneficio para alumnos, y rinda cuentas.

Paola García, madre de Max, un adolescente con Parálisis Cerebral, solicitó que este año se contrate a más personal para Educación Especial, se adquieran equipos multidisciplinarios y se abran más espacios, así como servicios de apoyo a los Padres o encargadas de las PcD, quienes se encuentran agotados y con agendas de trabajo saturadas.

Dijo que es necesario que la anhelada la infraestructura escolar para los estudiantes con discapacidad sea una realidad, accesible y que rehabilite tanto a las personas como a las propias escuelas, y que la SEP entienda que “educación para todos” no significa “todos la misma educación”.

El propio presidente López Obrador plasmó en el Plan Nacional de Desarrollo: “no dejar a nadie atrás y no dejar a nadie afuera”; sin embargo en los hechos educativos de cada día, la realidad para una PcD que quiere estudiar, es muy diferente a los discursos.

Visita de las 10 escuelas

La Maestra Julia Eunice relata a Crónica el caso de la madre de un alumno que visitó 10 colegios; “particulares y públicos, católicos y no católicos, y ninguno le aportó soluciones reales a su hijo; y estamos hablando de escuelas de renombre”, resaltó.

No puede ser, añade, que un Padre o una Madre recorran 10 escuelas para encontrarle lugar a su hijo con discapacidad para que pueda recibir educación.

Con esto queda claro que la mejor escuela no es la de la marca más relevante, sino la más cercana a casa, la que pueda realmente ser funcional a la familia y el alumno con discapacidad.

“Hay que darle la oportunidad al alumno, al niño con discapacidad, de llegar al conocimiento educativo y de convivir en una escuela con sus pares”, explica la Maestra y luego afirma que la convivencia e interactividad es otro reto real en las escuelas.

Los antecedentes de APAC están sustentados en 1970, cuando un grupo de Madres con niños con parálisis cerebral construyó una institución para apoyar a quienes tienen barreras para acceder a servicios de calidad en salud, educación, capacitación laboral y apoyo para su inclusión social.

Crónica encontró que 52 años después, este reto que asumió APAC, sigue vigente y ahora en mayor medida porque la pretendida política de inclusión con la una gran mayoría política, empresarial, social y educativa gusta de arroparse, solo se queda en apariencias que no aportan soluciones reales.

Históricamente excluidos

El 29 de junio de 2021, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) anuló los capítulos 6 y 8 de la Ley General de Educación.

En lo que respecta al Capítulo 8: Educación Inclusiva, expertos consultados advierten un riesgo de retroceso y solicitan a la SEP que la consulta se realice de manera amplia, nacional, accesible, transparente, y tomando cuenta la participación de todas las PcD.

Estamos hablando, opinan, de maestros con discapacidad, personal educativo con discapacidad, familias y cuidadores que asisten o trabajan en las escuelas públicas; quienes han sido históricamente excluidos de la toma de la toma de decisiones.

Es importante mantener lo poco que se logró recuperar de Educación Especial en la Reforma Educativa de 2019 para evitar la exclusión de una ley más actual pero que puede terminar favoreciendo solo a grupos de la sociedad civil o empresarial, ajenos a la SEP.

Derecho Educativo para Todos

La educación formal y la educación alternativa para los alumnos con parálisis cerebral y otras discapacidades afines en México y América Latina no suele ser incluida ni comprendida, orillando a la exclusión y limitación de los alumnos.

La Maestra Julia comenta que las familias también educan y es relevante que en casa el alumno con parálisis cerebral reciba estimulación con libros, videos, lecturas o convivencias familiares.

Señala con firmeza que “todos tenemos derechos a la educación, y cualquier perdona con discapacidad puede aprender en la escuela, a cualquier edad, aunque idealmente lo recomendable es que empiecen a los 5 o 6 años, pero también podrían hacerlo a los 12”.

Cuando un alumno de 12 o más años llega a APAC, se le imparte el programa del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), y muchos estudiantes logran terminar y obtener su certificado oficial de estudios.

Enseguida deja saber dos de sus gustos arraigados, el cine y el beisbol, para ilustrar la necesidad de comprender correctamente lo que necesitan las personas con discapacidad.

Recuerda que en una ocasión sufrió una lesión en su pierna, y eso la motivó a usar los asientos para PcD en el cine, y así se dio cuenta que estos únicamente existen en la primera fila, hasta adelante, lo cual puede provocar dolor de cuello al cine espectador.

“Ahora, cuando APAC va al cine, rompe barreras y logra sentarse en medio de la sala, pero no debería ser necesario romperlas, deberíamos tener lugares adecuados, producto de una cultura correcta”, detalla la Maestra Julia.

Empleo, mejor que vales de despensa

Finalmente, explica que el Modelo Educativo de la asociación involucra la educación formal, desde inicial hasta Superior, y la educación alternativa, para mayores de 15 años con algo de secundaria o preparatoria pero no desea seguir por una parte comprometida en el área intelectual de la PcD.

Todos los estudiantes reciben simultáneamente en las instalaciones de APAC los dos programas que necesita toda PcD: el de Rehabilitación, y el de Educación. Específica, a lo largo de 8 a 15 horas; esto favorece la vida a los Padres del alumno, pues ya no tiene que trasladarse a disantos centros para recibir uno u otro.

Señala que el objetivo principal de educar a un alumno con discapacidad es habilitarlo para que pueda ingresar al mercado laboral, formal o desde al autoempleo.

Explica que APAC va hasta las empresas para capacitarlas y ayudarlas a que sepan brindar oportunidad laboral a las PcD; una vez que se da la contratación, mantiene el contacto con el empleador para acompañar y mantener vigente el conocimiento en los alumnos.

“Es muy importante que les den empleo a las PcD, en lugar de vales de despensa, por lo que significa un trabajo: salario, prestaciones, adquisición de vivienda, inclusión y valor”, explica la Maestra Julia; dice que no todos son candidatos pero propone que para quien cubra los perfiles, haya más oportunidades de este tipo.

Actualmente APAC tiene 500 alumnos de todas las edades, desde bebés hasta 65 años, y todos muestran un anhelo por aprender y seguir adelante en sus vidas.

Darle educación a los alumnos con parálisis cerebral o alguna discapacidad, es mejorar su calidad de vida y las de sus familias también, culmina.