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Ofrece ISSSTE acompañamiento psicológico a personas con síndrome de Down

Brinda atención multidisciplinaria e incluyente con calidad y humanista, orientación, consejería e intervenciones farmacológicas

Día Mundial del Síndrome de Down

“Estamos muy contentos y orgullosos de que la serie tenga un alcance global, llegando a un público masivo y diverso”, expresó el creador y director de la serie, Matías Venables

La persona que vive con síndrome de down, requiere acompañamiento médico constante, ante las múltiples enfermedades que le afectan. La familia es su principal red de apoyo

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El ISSSTE ofrece servicio multidisciplinario e incluyente con opciones de acompañamiento psicológico para pacientes con síndrome de Down, a fin de que cuenten con una adecuada atención integral y de calidad humana para ellos y sus familias.

Ello, debido a que las personas que nacen con este tipo de síndrome, se enfrentan a problemas de salud cardíacos, auditivos y visuales y otras enfermedades con menor incidencia como problemas de cadera, obstrucciones intestinales y enfermedad tiroidea, ya que requieren monitoreo permanente que priorice el bienestar físico y mental.

Cabe recordar que el síndrome de Down es una alteración causada por la existencia de material genético extra en el cromosoma 21, que se presenta en una de cada mil personas y uno de cada mil 100 recién nacidos a nivel mundial.

Ante ello, el abordaje médico a estos pacientes incluye seguimiento a su salud mental, con orientación, consejería e intervenciones farmacológicas, según lo requiera.

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“Estamos muy contentos y orgullosos de que la serie tenga un alcance global, llegando a un público masivo y diverso”, expresó el creador y director de la serie, Matías Venables

Asimismo, las y los pacientes con síndrome de Down también pueden presentar alteraciones en la conducta y/o en el estado de ánimo, aunque, la presencia en mayor o menor medida de discapacidad intelectual y dificultad de adaptación, muchas veces se normalizan los comportamientos relacionados con la desorganización de la conducta o del pensamiento, pérdida de apetito e incluso falta de motivación.

Ante ello, es fundamental que los profesionales de la salud cuenten con los suficientes conocimientos, técnicas e intervenciones para poder ofrecer un diagnóstico claro y una solución con el acompañamiento de la familia o la comunidad escolar, quienes se convierten en las principales redes de apoyo, a fin de poder identificar los cambios comportamentales.

La esperanza de vida de estos pacientes hoy en día supera los 50 años, aunque es necesario seguir combatiendo estereotipos que infantilizan, infravaloran, excluyen y discriminan personas con esta condición.