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Con Otis, educación en Guerrero retrocedió mil pasos: Maestra Lizette

Profesora de Coyuca de Benítez habla con Crónica, revela lo que vivieron y padecen 135 alumnos, y la tarea estoica de los docentes, sin esperar al gobierno

Huracán María
Ya no quiero ni ver las fotos porque me deprimen mucho, dijo la Maestra de Coyuca de Benitez. Ya no quiero ni ver las fotos porque me deprimen mucho, dijo la Maestra de Coyuca de Benitez. (Cortesía de Escuelas Seguras México)

“Habíamos dado un paso adelante con el techado de la cancha escolar y con el huracán retrocedimos mil pasos atrás porque lo perdimos todo, lo que habíamos avanzado”, relata con tristeza a Crónica la Maestra Lizette.

Necesitamos todo, desde ayuda psicológica hasta ayuda material educativa”, señala Lizette Fabiola Pineda Vázquez, Directora de la Escuela Primaria “General Lázaro Cárdenas”, en la comunidad Ejido Viejo, municipio de Coyuca de Benítez, Guerrero.

Durante una conversación exclusiva que ilustra cómo está la comunidad educativa en el estado, la Profesora relató lo que vivieron los 135 alumnos de la escuela que dirige, así como la actitud estoica de los docentes, movidos por cuenta propia a la tarea de recuperar a los alumnos.

La Maestra Lizette explica que todo lo que habían avanzado fue destruído por el Huracán Otis, se quedaron sin nada.

Dice que gente del Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (INIFED) declaró pérdida total a su escuela; “vinieron a medir junto con el gobierno del estado, pero no hemos recibido la visita de ninguna autoridad, y no hay plan de acción”.

Ya no quiero ni ver las fotos porque me deprimen, por todo el esfuerzo hecho por los Maestros para que los niños estuvieran bien, adquirieran un aprendizaje significativo que les permita desenvolverse en una sociedad exigente, y todo se echó a perder”, relata.

Además de Víveres, libros

Enseguida solicita con claridad que además de los víveres y las despensas, sea considerado enviar ayuda psicológica y material educativo al sector educativo en Guerrero, porque ambos se requieren con urgencia.

Necesitamos de todo, materiales educativos, butacas, pizarrones, pintarrones, libros de texto gratuitos pues los perdimos todos, memoramas, libretas, cuadernos, lapiceros, manipuables de plástico, y computadoras para los niños porque se quedaron sin nada”, explica al reportero.

La Maestra Lizette comenta que “lo gratificante es saber que todos nuestros alumnos están bien, no hubo pérdida de vidas humanas, aunque ellos están tristes y me dicen -¡Maestra, mis libros! Todos se me mojaron; mis trabajos se perdieron”.

Y ante ello, la respuesta estoica de la Profesora Lizette les motiva “no te preocupes los vamos a recuperar, los volveremos a hacer, nos vamos a levantar”.

Y enseguida reafirma: ¡Entonces, sí, necesitamos de todo, materiales, muebles y ayuda psicológica”.

Primero la Salud Mental

La Maestra Lizette añade que aunque las necesidades materiales son muchas y la recuperación de la infraestructura educativa es muy necesaria, lo prioritario es atender la recuperación emocional de los niños y jóvenes estudiantes de Guerrero.

Sabe de lo que habla, pues los docentes quieren evitar el error de regresar a los alumnos a clases sin tener un diagnóstico y trabajo recuperativo emocional previo, especialmente porque se trata de una pérdida ante un huracán, posterior a otras pérdidas previas por una pandemia.

“Muchos alumnos no sabían cómo convivir socialmente y relacionarse de manera armónica en la escuela después de la pandemia, sin embargo los Maestros trabajaron para que los niños se adaptaran a trabajar en sociedad”, explica.

Añade que en estos momentos otra vez es el mismo escenario; “se siente como haber dado un paso adelante y mil para atrás”, relata con un tono de voz que va y viene de la firmeza a la angustia.

Espero que a través de esta entrevista, “recibamos la ayuda que necesitamos”.

La petición de la Profesora cuenta con respaldo de varias organizaciones educativas que también han señalado el pendiente gubernamental con la salud mental de los estudiantes en México, por haberlos regresado a las escuelas sin un diagnóstico y un trabajo psicológico especializado para ello.

Con una actitud positiva, la Maestra dice que si ya el diagnóstico oficial es pérdida total de la escuela, “ahora hay que moverse a la acción de recuperación educativa y de alumnos porque nos vamos atrazando mucho escolarmente en Guerrero”.

Respuesta Educativa, también

En la entrevista también participa Pedro Peña, de la Red Interagencial para la Educación en Situaciones de Emergencia (INEE), quien señala que toda atención a desastres debe incluir respuesta educativa.

“Se trata de recuperar rápido los espacios para educar nuevamente, que no necesariamente serán o deben ser los de la escuela dañada, e igual de importante es la restauración socioemocional en alumnos y Maestros”, explica el experto.

Añade que es necesario actuar ya porque “abrir otra vez la educación en Guerrero no implica el finde la emergencia ni la recuperación de ciclos escolares y rezagos académicos”.

Aprovechar la Crisis

Pedro Peña explica que además de la ineludible ayuda psicológica y material escolar, las autoridades necesitan tomar en cuenta que la atención de la emergencia también está enseñando a los niños y jóvenes cómo resolver problemas complejos.

Se debe enseñar intencionalmente, añade, cómo resolver un problema inmediato, estimular el pensamiento en los alumnos para que aprendan que pueden existir otros escenarios y se formulen preguntas que expandan su comprensión.

“¿Por qué llegó un huracán, por qué se cayó una estructura, de qué esta hecha, por qué fueron dañados caminos y destruidos inmuebles? Estos son temas que a los alumnos les ayudan a resolver una duda o un problema, y es lo que nos acercará a recuperar la educación formal”, detalla.

Centro Educativo y Capacitación

En su oportunidad, Juan Carlos Toriz, de Escuelas Seguras, señaló que están organizando con la sociedad civil la instalación de un campamento que sea habilitado en Guerero como Centro Educativo y de Capacitación.

“La Secretaría de Educación de Guerrero carece de planes de acción ante estas contingencias, por eso ya estamos gestionando la ayuda de materiales escolares, capacitación socioemocional, y lo requiera el ecosistema educativo estatal”, dijo.

Señaló que enero de 2024 debería ser cuando ya los alumnos estén de regreso a clases, presenciales y en línea, pero antes la atención socioemocional y la revisión estructural de inmuebles.

Juan Carlos Toriz sabe de lo que habla, pues adquirió experiencia en recuperación educativa ante crisis porque participó en los comités de ayuda y soporte a la comunidad escolar del Colegio Rebsamen, afectada por el terremoto del 2017.

Coincide con la Maestra Lizette en que los niños requieren en primera instancia recuperación de sus habilidades socioemocionales.

“Ellos necesitan actividades lúdicas y los profesores requieren capacitación para manejo de herramientas que les permitan habilitarse y habilitar a sus estudiantes”, explicó.

Enseguida añadió que los niños y jóvenes necesitan educación híbrida de calidad, en lo que reabren los accesos a las comunidades y a los planteles escolares, “pero primero la recuperación emocional de los estudiantes”.

La entrevista culmina, la Maestra Lizette se queda con su tristeza a cuestas sin que alguna autoridad les visite o tenga comunicación con los Maestros afectados, mientras que Pedro Tena indica que “se queda con la tarea de habilitar pronto la educacuón en Guerrero, y que ningún estudiante se quede en el rezago estatal”.

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