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La primera ludoteca del IMSS para adultos mayores en el Hospital de Traumatología

Este espacio ha mostrado su efectividad para disminuir padecimientos como delirium, abatimiento funcional, ansiedad y depresión

Pacientes del IMSS juegan lotería en la sala de espera
“El Escondite de Don Ringo”, la primer y única ludoteca para adultos mayores, del Hospital de Traumatología del IMSS, en Magdalena de las Salinas, reabrió sus puertas, luego de la pandemia “El Escondite de Don Ringo”, la primer y única ludoteca para adultos mayores, del Hospital de Traumatología del IMSS, en Magdalena de las Salinas, reabrió sus puertas, luego de la pandemia (La Crónica de Hoy)

A sus 65 años de edad, la señora Beatriz nunca había utilizado un juego de mesa, hasta que conoció El Escondite de Don Ringo, en la ludoteca del Hospital de Traumatología “Dr. Victorio de la Fuente Narváez”, en Magdalena de las Salinas.

Inaugurada en de junio del 2018, tuvo que ser cerrado este espacio debido a la emergencia sanitaria ocasionada por la pandemia de la COVID-19, aunque el 2 de mayo del año pasado, volvió a abrir sus puertas.

“El Escondite de Don Ringo”, la primera y única ludoteca para adultos mayores del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ofrece terapia lúdica a pacientes hospitalizados que están en espera de una cirugía o tratamiento en el Hospital de Traumatología, en Magdalena de las Salinas.

Anabel Marín Tinoco, doctora especialista en Medicina Interna y Geriatría en esta Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE), explicó que dicho espacio busca disminuir síndromes geriátricos que llegan a aparecer en personas que sufren un problema de salud como una fractura y deben permanecer internados.

“Por medio de la terapia hemos logrado disminuir síndromes geriátricos como delirium, ansiedad y abatimiento funcional; en la ludoteca buscamos que el paciente mantenga actividades básicas de la vida diaria: comer, vestirse, ir al baño, tener continencia urinaria, etcétera, además de que interactúen con otros adultos mayores durante su estancia en el hospital”, destacó.

Refirió además, que una ludotecaria del Voluntariado IMSS es la encargada de “El Escondite de Don Ringo”, y cuenta con el apoyo de personal de Enfermería Especialista en Geriatría, dos en el turno matutino y dos en el vespertino.

En el lugar además de libros, revistas, también se cuenta con juegos de mesa, cartas, dominó, rompecabezas, sopa de letras, mandalas, y todos estos, en diferente forma, le ayudan al paciente, desde agarrar una tapita y tapar una botella, pues le implica no solamente trabajo mecánico, sino también trabajo cognitivo y la psicomotricidad fina para que no pierda la capacidad de realizar sus actividades diarias y mantenerlas lo más parecido antes de su hospitalización”, afirmó.

Añadió que se trabaja de manera especial para tratar las alteraciones cognitivas, que son alteraciones en el pensamiento, el aprendizaje, la memoria, el juicio y la toma de decisiones, y que son frecuentes en adultos mayores que sufren fractura de cadera, una de las enfermedades que más se atienden en este Hospital de Traumatología.

La respuesta, dijo, ha sido muy buena respuesta, aunque hay quienes son muy reacios, en general están dispuestos a ir a pasar un momento diferente a lo que están viviendo por la hospitalización, lo que les permite divertirse, distraerse e incluso compartir tiempo, lo que ayuda a disminuir el grado de estrés por estar en un Hospital. Para los pacientes con fractura de cadera, que no se pueden levantar, tenemos “el Ringomóvil”, donde llevamos cama por cama una muestra de todo lo que hay aquí en la ludoteca, y también nos apoyan a contarles cuentos por cubículo”, resaltó.

También se busca que el adulto mayor reciba apoyo familiar, “hemos observado que conforme pasan los años, se puede perder la relación cercana con los padres, lo que buscamos es que ese lazo y esa comunicación se vuelva a encontrar, porque el paciente va a estar en un momento vulnerable, y ya sea con el Ringomóvil o en el Escondite, la familia puede compartir momentos como si estuvieran en casa”.

Otro objetivo, abundó, es evitar una condición conocida como colapso del cuidador, para que el familiar o persona asignada para cuidar del adulto mayor, no sufra de situaciones como frustración, irritabilidad, dificultad para realizar tareas que previamente tenía, e incluso trastornos de ansiedad, depresión o fatiga.

La señora Beatriz Tecalero, de 65 años, contó que tuvo una caída que le provocó fractura en el hombro y en el Hospital de Traumatología del IMSS le realizarían una cirugía; nunca tuvo la oportunidad de utilizar un juego de mesa, hasta que llegó al “Escondite de Don Ringo”.

“Yo veo que hay muchos juegos, a ver si aprendo porque siempre he trabajado y nunca he tenido un tiempo para mí, desde chiquita nunca tuve juguetes, Reyes no hubo, nunca había jugado. Me gustó porque estoy con las compañeras, estaba deprimida y ahorita me hicieron sentir bien; que otros vengan a jugar para que se relajen y le echen ganas”, enfatizó.

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