El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, recordó que algunas drogas, sustancias psicoactivas se consumen más en ciertos círculos sociales, en ciertas condicione socioeconómicas que en otros, como es el caso de la cocaína que se consume también en personas adineradas.

Sin embargo, abundó, los solventes, son muy característicamente, la droga de los más pobres, las más desposeídas, aún en las condiciones más adversas terminan por consumirlos, al tiempo que enfatizó que el consumo de estas sustancias, llevan a la destrucción de la funcionalidad psicológica, afectiva, social y cerebral con dificultades de oxigenación, coordinación, planeación y movimiento. También afecta otros órganos del cuerpo y causa daños irreversibles.

Los solventes más comunes se encuentran en thinner, tolueno, acetona, así como otros productos como: pegamentos y marcadores permanentes; los gases en gas de la risa, cloroformo, anestésicos y gasolina, aerosoles en spray para cabello, pintura y cera para muebles, que se han convertido en la segunda sustancia psicoactiva de inicio en el consumo de drogas, con lo que, alrededor del 84% de las personas consumidoras empieza su uso antes de los 19 años.

En el marco de su participación en la conferencia mañanera, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el subsecretario López-Gatell aseveró que el consumo de drogas es un asunto social que está íntimamente arraigado a la desigualdad social, la injusta distribución de la riqueza, exclusión, marginación, que sufren amplios segmentos de la población, y que es consecuencia de un modelo social y económico que ha depredado la vida humana y excluido a las grandes mayorías”.

Recordó que estas sustancias químicas tóxicas se vaporizan y al respirarlos pasan a la sangre, dañan la función cerebral ocasionando efectos adictivos y de perturbación del aparato sensorial.

Asimismo, refirió que el consumo de los inhalables, se debe a que los grupos de consumo, que son los más desprotegidos, los más pobres, forman una especie de ritual de iniciación, en el cual las personas forman una comunidad de identidad en la exclusión, para sentirse parte de una comunidad e integrados, a través del consumo de estas sustancias.

López-Gatell señaló que una de las herramientas de la prevención es el acceso a espacios de identidad, aceptación e inclusión para las y los jóvenes, ya que no sólo tienen que ver con falta de oportunidades materiales, de empleo o de educación.

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