El paciente que vive con presión arterial alta, pero cuenta con la vacuna contra el virus de la Influenza, reduce de manera considerable el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular grave, señaló el doctor Luis Antonio Alcocer Díaz Barreiro, director general del Instituto Mexicano de Salud Cardiovascular.
El también presidente de la Sociedad Interamericana de Hipertensión (IASH, por sus siglas en inglés), en entrevista con Crónica, detalló que la Influenza sigue siendo una enfermedad de alto impacto, aún con medicamentos y vacuna existentes, ya que todavía puede afectar hasta el 10 por ciento de los adultos a nivel mundial y el 30 por ciento de los niños en todo el mundo.
Esto implica que a nivel mundial se tengan reportados alrededor de tres a seis millones de casos y para 2020 se registraron todavía 640 mil muertes por complicaciones asociadas a la Influenza, y en México ocupa el cuarto lugar de mortalidad general, y datos del 2020 señalan que esta enfermedad costó la muerte a 22 mil personas, “así de importante es el impacto de la Influenza en el país y a nivel mundial”, dijo.
VACUNA DISMINUYE EL RIESGO DE PRESENTAR ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR GRAVE
El paciente que vive con hipertensión corre un alto riesgo de presentar enfermedad cardiovascular, “pero tal como ocurre con la vacuna contra la COVID-19, igual sucede con la de Influenza, no evita que el paciente enferme, pero sí ayuda a que no presente enfermedad grave”.
Lo relevante es la estrecha relación de la Influenza y la enfermedad respiratoria que ocasiona con la enfermedad cardiovascular, y esto es sumamente importante que lo sepan las personas enfermas del corazón, porque el corazón pasa por una etapa muy larga en la que las personas no saben que están enfermas, y esta enfermedad respiratoria se convierte en un verdadero riesgo para ellos, indicó.
Tal es el caso, abundó, que adultos mayores de 60 años que no están vacunados contra la Influenza tienen más infartos al miocardio y/o presentan más insuficiencias cardíacas graves a diferencia de quienes sí están vacunados.
HIPERTENSOS JÓVENES, TAMBIÉN DEBEN VACUNARSE
En este sentido, resaltó que es altamente recomendable que todas las personas hipertensas en el país -alrededor de 16 millones de personas, de ellos seis millones son jóvenes-, sin importar su edad, pudieran ser vacunadas contra la Influenza, lo cual les brindaría una protección extra, ya que en el país, uno de cada cinco adultos viven con presión arterial alta y de los cuales casi un tercio no saben que viven con esta condición “y aunque muchos de ellos todavía no tienen 60 años, sino que son adultos jóvenes también deberían ser inmunizados”.
De hecho, comentó, cuando un paciente sufre un infarto y es hipertenso “lo primero que se hace averiguar si está vacunado contra la influenza y si no es así, sea el mes que sea se le vacuna y que les va mucho mejor médicamente, y esto ha quedado asentado en estudios a nivel internacional”.
Recordó que la hipertensión, “es una tendencia a la elevación progresiva de la presión arterial que tienen todas las personas, pero este padecimiento se complica cuando el paciente come mal, ingiere mucha sal, sube de peso y no hace ejercicio”.
SUPERVISIÓN MÉDICA
Y APEGO AL TRATAMIENTO
Estos pacientes deben entender que van a tomar medicamento el resto de por vidas, de no hacerlo, y no mantener en control la presión arterial, estarían restando alrededor de cinco años a su vida: “la mayoría de las personas deben tomar medicina por siempre, no solo cuando se sienten mal, vigilando la efectividad de los medicamentos, porque a veces el organismo no reacciona con los fármacos y no logran las metas de control”, y en estos casos, tal vez el médico deba hacer ajustes a dosis o fármacos, pero esto se debe hacer al menos tres meses después de haber iniciado el tratamiento con un adecuado apego, para lograr estar siempre por debajo de 140/90.
La falta de control de la presión arterial, abundó, ocasionan que en México y en el resto del mundo este padecimiento siga siendo la primera causa de muerte prematura, es decir morir antes de los 65 años, pero esto se puede evitar con los cuidados adecuados, que en realidad no son tan complejos y no consiste solamente en comer sin sal bajar de peso o hacer ejercicio.
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