Las cosas estaban mal en Zacatecas cuando David Monreal asumió la gubernatura en septiembre pasado, ahora están peor.
Los augurios más pesimistas se quedaron cortos. El regadero de cadáveres del pasado fin de semana escapa a los adjetivos.
Monreal ha solicitado y recibido refuerzos, pero aumentar el número de agentes de la Guardia Nacional en la entidad es absolutamente insuficiente.
El mandatario estatal puede argumentar, con razón, que recibió una herencia maldita y que no ha podido librarse de ella en estos meses, pero el gobierno federal, responsable según la Constitución del crimen organizado, tampoco ha podido con el paquete en más de tres años.
¿Alguien se atreverá a reconocer que la estrategia de “abrazos, no balazos” fracasó?
La alcaldesa de Acapulco, Abelina López, se consolida como la figura política más generosa con los hacedores de memes. Les proporciona material inmejorable cada que está frente a un micrófono abierto.
Sus aportaciones, hay que subrayarlo, tiene un lado siniestro vinculado con la impunidad que en un lugar tan peligroso como Acapulco es un elemento disolvente.
Sostuvo que la violencia en el puerto es resultado de “el calor” y la dieta de carbohidratos. Como el clima no cambiará en miles de años, Acapulco pagará su cuota de sangre por los siglos de los siglos.
Lo del tráiler sin chofer tiene el propósito de considerar travesura estudiantil un intento de asesinato con tal de no tener que confrontar a los normalistas de Ayotzinapa.
Abelina supone que así se acerca al pueblo, en realidad se aleja y lo condena.
Para lo que alcance
La Revocación de Mandato va porque va. El presidente se hizo sentir en los otros Poderes de la Unión que, hay que decirlo, se plegaron a sus intereses políticos.
De hecho, se llegó al extremo de que la SCJN permita que se viole un poco la ley, al ordenarle al INE que haga la consulta con las casillas para las que alcance el dinero y no para las que marca la ley. De no creerse.
Como lo que mal empieza, mal acaba, la Revocación nunca enderezará sus ramas.
Lo que sigue ahora son los jaloneos por la publicidad que serán de antología. El gobierno quiere echar toda la carne al asador porque no le podrá sacar jugo a una consulta con poca gente. Quiere hacer ruido, pero tiene que guardar silencio.
Necesita, ahora más que el año pasado, que el presidente, cuya aceptación ha tropezado en las encuestas, sea ratificado por aclamación.
Si solo pasa de panzazo, el operativo de propaganda fallará .
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