
Tesla presentó este martes dos versiones “standard” más accesibles de sus modelos más vendidos: el Model 3 Standard, con precio de lanzamiento en Estados Unidos de $36 mil 990, y el Model Y Standard a $39 mil 990. Las nuevas variantes buscan reducir el precio de entrada a la gama Tesla mediante recortes en equipamiento y ajustes de producción, pero la lectura del mercado fue rápida y crítica: la firma vio caer su acción y analistas advierten sobre el riesgo de canibalizar ventas sin atraer al comprador “de volumen” que muchos esperaban.
Tesla orientó estas versiones a recortar costos manteniendo la plataforma y batería conocidas: ambos modelos anunciados prometen hasta 516 km de autonomía en las configuraciones listadas y tracción trasera, pero prescinden de varios elementos que se consideran estándar en los modelos de mayor precio. Entre las ausencias reportadas figuran sistemas de asistencia avanzada como Autosteer, pantallas traseras para pasajeros, radio AM/FM, algunos acabados interiores premium, y elementos estéticos como el front lightbar o ciertos detalles de iluminación y tapicería. El objetivo es simplificar el ensamble y bajar costos sin modificar la arquitectura básica del vehículo.
Precios e impuestos
Los precios anunciados son cifras de lista en EU y, como han subrayado analistas, no incorporan incentivos estatales ni variaciones por región. Además, la reciente modificación/expiración de ciertos créditos federales alteró el panorama de precios efectivos para compradores; por ejemplo, sin el crédito federal de $7 mil 500 (que ya no aplica a todos los modelos o compradores según reglas y fechas), el precio final puede quedar por encima de lo que muchos consumidores consideran “accesible”.
En algunos estados con incentivos locales la cifra podría bajar —New York y otros han lanzado descuentos, pero la percepción general es que Tesla no entregó el “Tesla de $25 mil” que algunos inversores y consumidores habían imaginado.

¿Cuándo estarán disponibles?
Tesla lista las entregas para finales de 2025 y principios de 2026 (con ventanas entre noviembre y enero mencionadas por varios medios): la compañía espera comenzar envíos a partir del último trimestre, aunque los plazos concretos dependerán de planta y mercado. Tras el anuncio, las acciones de Tesla registraron una caída inmediata (entre 3.5% y 4.5% según el cierre del día), reflejo de la decepción de algunos inversores sobre márgenes y la esperanza frustrada de un modelo verdaderamente “barato”.