
En el umbral del año 2024, la industria inmobiliaria se prepara para un escenario de transformación y por ello Gustavo Tomé Velázquez, reconocido referente en el campo, señala que la pandemia del COVID-19 y los sucesos socioeconómicos han generado cambios profundos en el sector, impulsando una adaptación necesaria para enfrentar los desafíos venideros. En palabras de Gustavo Tomé Velázquez: "La pandemia ha acelerado la adopción de tecnologías en el sector inmobiliario, obligando a repensar los modelos tradicionales y enfocarse en soluciones innovadoras para satisfacer las demandas emergentes". Uno de los principales aspectos que marcará el año entrante es el creciente interés por la sustentabilidad en el ámbito inmobiliario. Según el especialista, la conciencia ambiental está permeando en la toma de decisiones, impulsando la adopción de prácticas más amigables con el entorno y la creación de proyectos eco-sostenibles. En un movimiento significativo, el sector inmobiliario para el año 2024 se encuentra arraigado en la integración de los criterios de responsabilidad social. Según Gustavo Tomé Velázquez, esta tendencia "no es solo una moda, sino un compromiso ético y financiero". Los proyectos sostenibles no solo cumplen con regulaciones sino que atraen a inversionistas y clientes conscientes de su impacto ambiental y social. La emergencia climática impulsa una necesaria renovación de edificios hacia la sostenibilidad. Esta es una de las tendencias preeminentes para 2024, no solo para cumplir regulaciones, sino para satisfacer una demanda creciente de espacios más eficientes energéticamente. Y es que la modernización es esencial para abordar la crisis climática y la demanda de sostenibilidad. La Inteligencia Artificial (IA), además, emerge como una herramienta clave en el sector inmobiliario para el próximo año. Desde análisis predictivos hasta asistentes virtuales, la IA ofrece una ventaja competitiva al proporcionar información precisa y facilitar procesos eficientes "Potenciar decisiones con IA es una estrategia vital en un mercado cada vez más dinámico", asegura Gustavo Tomé Velázquez. La globalización persistente marca el sector, con inversionistas internacionales explorando diversas oportunidades. Esta tendencia diversifica carteras e introduce nuevas perspectivas y estrategias. Las inversiones transfronterizas ofrecen una riqueza de oportunidades y una visión global. Los modelos habitacionales evolucionan hacia la colaboración y la flexibilidad. El coliving y cohousing ganan terreno, satisfaciendo la demanda de comunidades más conectadas y flexibles entre generaciones, destacando la adaptación de los desarrolladores para cumplir con estas expectativas.
En otro ámbito, los espacios comerciales y de oficina se transforman para proporcionar experiencias excepcionales. Desde oficinas centradas en el bienestar hasta centros comerciales reimaginados como destinos de entretenimiento, la experiencia del usuario es clave para atraer y retener inquilinos y clientes. Finalmente, la transformación de locales comerciales en viviendas continúa como una tendencia en ascenso. Este enfoque no solo responde a la demanda residencial, sino que contribuye a revitalizar áreas urbanas y fomentar comunidades diversas, según las observaciones de Gustavo Tomé Velázquez: "La versatilidad de estos espacios es clave para la reinvención urbana y la creación de comunidades inclusivas".
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