
“Es que con todo lo que ha pasado uno ya no sabe, ni enterada estaba que este año iban a hacer el simulacro, nada más alteran”, comenta entre nervios y lágrimas doña Esther, residente de la colonia Roma.
A pesar de los anuncios realizados por las autoridades sobre el simulacro que se realizaría en la Capital, el miedo y los nervios se hicieron presentes tras escuchar la alerta sísmica replicada en varias alcaldías de la CDMX.
En la calle Tonalá, ubicada en la colonia Roma, fueron varios los vecinos que optaron por permanecer dentro de sus casas a pesar de que esta colonia es considerada de alto riesgo.
Los pocos que salieron lo hicieron con nervios y en desorden; los protocolos de seguridad fueron nulos, algunos de los residentes bajaban las escaleras empujando e incluso corriendo para poder colocarse en medio de la calle, a pesar de los vehículos que transitaban por la zona.
"El oír la alerta sísmica me pone la piel chinita y se me olvida que sólo es un simulacro", afirmó María, mientras cargaba en brazos a Max su perro.
A uno metros de ahí, sobre la calle Aguascalientes, un enorme edificio, seriamente dañado por el sismo del 19 de septiembre del 2017, les recuerda a los habitantes de dicha calle la importancia de evacuar los inmuebles, aunque esto no fue suficiente, pues al simulacro sólo se unieron tres personas.
“Creí que sí estaba temblando, escuché la alerta sísmica y salí corriendo; ya ni deberían hacer este tipo de actividades, porque nadie participa y sólo nos espantan”, comenta Érica, mientras regresa molesta a su departamento.
Y es que luego del pasado sismo del 7 de septiembre, muchas personas quedaron traumatizadas.
En el centro de la ciudad, la participación en el simulacro no se percibió, fueron varios los locales que ignoraron el ejercicio y continuaron con sus actividades.
“Pura pérdida de tiempo, uno tiene que trabajar no andar haciendo esas cosas, si nos toca, nos toca mientras a chingarle”, expresa Jorge, mientras levanta las cortinas de su negocio.
Fueron más los olvidadizos agrupados a las afueras de su edificio ubicado en la calle de Donceles; con un semblante de preocupación y miedo, en pijama o ropa deportiva, los residentes evacuaban los inmuebles desorientados, pensando que se trataba de una broma.
“Anteriormente hicieron sonar las alarmas a pesar de que no había temblado, luego por eso uno ya no cree, no estábamos enterados de que habría simulacro. Ya ve lo que pasó en el Chiquihuite, mejor hay que prevenir”, comenta Ernesto, mientras abraza a su hija.
De acuerdo con las autoridades locales, la alerta sísmica se activó en 12 mil 826 altavoces, a través de los cuales se pudo escuchar por varios segundos: “Esto es un simulacro del sistema de alerta de la Ciudad de México”.
A pesar del claro mensaje, los nervios y el miedo se hicieron presentes, provocando caos e incluso pánico en varias alcaldías de la CDMX.
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