Opinión

• Bruno Cattori, el CEO de Stellantis en México • Gerardo Carmona seguirá al frente de Peugeot • Laborarán 70% en casa de manera permanente

• Bruno Cattori, el CEO de Stellantis en México   • Gerardo Carmona seguirá al frente de Peugeot   • Laborarán 70% en casa de manera permanente

• Bruno Cattori, el CEO de Stellantis en México • Gerardo Carmona seguirá al frente de Peugeot • Laborarán 70% en casa de manera permanente

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
Stellantis, que dirige a nivel global Carlos Tavares, es un corporativo automotriz que aglutina a marcas tan importantes como Dodge, RAM, Chrysler, Jeep, Fiat, Alfa Romeo y Peugeot en México, a nivel global se suman Maserati, Lancia, Citroën, Opel, Vauxhall. Al final el sueño de Sergio Marchione de formar un gran grupo automotriz, se logró al fusionarse los grupos FCA con PSA junto con sus marcas. El impacto para México es significativo e implica una reestructuración administrativas y técnicas, sobre la dirección que marcó Tavares, de producir un auto eléctrico por cada modelo con motor de combustión interna, que actualmente tienen en portafolio.

La estrategia de Stellantis es mucho más conservadora que General Motors o Ford, en donde siguieron el esquema Tesla, con la idea es renovar portafolio por puros vehículos eléctricos e inteligentes. Tavares es conservador o realista, en donde lo primero que debe hacer es una reorganización global y luego producir vehículos. Sus planes ya los presentó bajo el esquema en que la mayoría de mercados todavía tomaran tiempo antes de convertirse a compra de unidades cero emisiones.

Este principio es básico, porque mientras GM piensa lanzar 25 nuevos modelos eléctricos para el 2025, Stellantis fabricará un eléctrico por cada modelo de combustión interna. Según sus estudios de marketing global todavía se llevará más tiempo llegar a cero emisiones por la sencilla razón que son abismales los precios entre ambas opciones, casi el doble y se necesitará, con tiempo ir logrando las economía de escala, que le permita a un eléctrico ser competitivo.

Sobre esa base en México lo que fue antes FCA –conglomerado de Chrysler y Fiat- consolida su fusión y al ser de mayor tamaño absorben a Peugeot de México, que ya tiene de hecho sus oficinas en el gran corporativo de FCA ubicado en Santa Fe. En los próximos días se dará a conocer de manera oficial el organigrama, pero puede adelantar que Bruno Cattori seguirá al frente de conglomerado y Gerardo Carmona continuará como director de Peugeot.

Al ser FCA quien fusiona en México a Peugeot los departamentos que podrían duplicarse desaparecen de la estructura de la marca francesa, como podría ser finanzas, comunicación y relaciones públicas. Ahora Peugeot al ser parte de un conglomerado como FCA tiene una mayor fuerza de negociación, que era el objetivo de la fusión, aunque mantendrán su propia infraestructura en cuanto a red de distribuidores y servicios al cliente.

Al igual que todas las empresas automotrices Stellantis México sufre de la escases de semi conductores con la diferencia es que las plantas de Coahuila de ensamble de camionetas RAM y motores no ha dejado de operar, de la misma manera que la de Toluca, la cual tuvo algunos frenos de producción, pero sigue la producción de Compass.

En cuanto al corporativo los planes son que los empleados y colaboradores trabajen 70% del tiempo en casa y 30% en las instalaciones de manera permanente. Esto conllevará a cambios estructurales pues antes de la pandemia FCA tenía 80 mil metros cuadrados de espacio, mismo que podría reducirse a sólo 8 mil metros cuadrados. Esos son los cambios posteriores a la pandemia del Covid-19.

CRECE. Banco Santander México, que dirige Héctor Grisi concretó un acuerdo de corresponsalía bancaria con “Soriana", habilitando las más de 760 tiendas de esta cadena como puntos de atención y servicio. Con este nuevo convenio, Santander extiende sus acuerdos de corresponsalías bancarias con diversas cadenas, contando al día de hoy con más de 29,400 puntos de atención en toda la República.APOYO. Altán Redes, que dirige Salvador Alvárez, obtuvo un crédito por parte de accionistas bajo la regulación de la Ley de Concursos Mercantiles por 50 millones de dólares, indispensable para mantener la operación de su red y los servicios de telecomunicaciones a clientes y usuarios finales. Los recursos se obtuvieron a través de un contrato de crédito DIP (Debtor in Possession, por sus siglas en inglés), que fue autorizado por una Juez de Distrito en Materia Civil en la Ciudad de México.