Fue capturado Ángel Villalobos Arellano, un líder del crimen organizado guerrerense que ha protagonizado hechos de sangre en los últimos meses. Arellano mantuvo rivalidad con diferentes organizaciones delictivas en busca de controlar los plantíos y tráfico derivados de amapola en la región de la Montaña de Guerrero.
La detención a cargo de fuerzas federales se dio fuera de la entidad, en el municipio poblano de Atlixco, donde labores de inteligencia permitieron ubicarlo, además de descubrirse que comenzaba a centrar sus actividades delictivas en torno a la capital del estado de Puebla. A esa entidad a habría cambiado incluso su lugar de residencia debido a la persecución policial en su contra.
La Montaña de Guerrero, región aislada, con carreteras malas, muchas veces impracticables en temporadas de lluvia, fue durante décadas utilizada para la siembra de mariguana. Durante los últimos años estas actividades ilegales fueron sustituidas por la amapola, extendiéndose desde la Montaña de Guerrero hasta la vecina mixteca oaxaqueña y la colindancia de Puebla, implicando caudales mayores de dinero ilícito.
La violencia desatada por Villanueva alcanzó la capital estatal, Chilpancingo, en donde diferentes hechos de sangre le fueron atribuidos, incluyendo el asesinato del líder de una organización campesina.
Vía el comunicado de prensa154, la Comisión Nacional de Seguridad resaltó la captura realizada en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, la PGR y la Policía Federal, esto derivado de una orden de aprehensión.
Esta captura, parte de la Estrategia de Seguridad para Guerrero, se suma a la detención del llamado El Bombón, Erick Onésimo y Efraín Villalobos Arellano, hermano de Ángel, quienes fueron hasta ahora los principales responsables del recrudecimiento de la violencia en Chilpancingo.
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