Metrópoli

Calles enrejadas, ¿por seguridad?

Y es que a pesar de que cuentan con vigilancia para impedir el libre paso de autos y transeúntes, esto no ha frenado que muchas casas sean saqueadas o que incluso ahí mismo se ubiquen los delincuentes.

Calle con baches y sin salida
Calle con baches y sin salida Calle con baches y sin salida (La Crónica de Hoy)

Unos argumentan que se obstaculiza su libre tránsito; otros, que éstas brindan mayor seguridad debido al alto índice de robos a casa-habitación. Así, lleva años el conflicto por las calles cerradas con rejas en muchas colonias de la Ciudad de México, entre ellas Lomas Estrella, en la alcaldía Iztapalapa.

La Constitución mexicana, en su artículo 11, plantea de la siguiente manera el derecho al libre tránsito:

“Toda persona tiene derecho para entrar en la República, salir de ella, viajar por su territorio y mudar de residencia, sin necesidad de carta de seguridad, pasaporte, salvoconducto u otros requisitos semejantes. El ejercicio de este derecho estará subordinado a las facultades de la autoridad judicial, en los casos de responsabilidad criminal o civil, y a las de la autoridad administrativa, por lo que toca a las limitaciones que impongan las leyes sobre emigración, inmigración y salubridad general de la República, o sobre extranjeros perniciosos residentes en el país (…)”

Lo anterior queda claramente en entredicho pues los autos que pretendan ingresar a una de estas calles deben dejar una identificación y decir a qué domicilio se dirigen, asimismo, se les revisa la cajuela; por su parte, los transeúntes deben apuntar en una libreta su nombre, a dónde se dirigen y la hora de entrada y salida. Quizá para un visitante no tenga tanto problema, pero quienes protestan son los vecinos que deben cruzar varias veces al día por esas calles para llegar a sus domicilios.

Y es que a pesar de que cuentan con vigilancia para impedir el libre paso de autos y transeúntes, esto no ha frenado que muchas casas sean saqueadas o que incluso ahí mismo se ubiquen los delincuentes. Tampoco los transeúntes se salvan, pues por el cierre de calles deben dar largos rodeos para llegar a sus casas y se exponen a sustos y asaltos de la delincuencia.

Cabe recordar que en mayo del 2018 se dio el caso del intento de robo a una camioneta de valores que dotaría de dinero al cajero ubicado en la Bodega Aurrera que se ubica en Av. Tláhuac esquina con Siracusa, hubo hasta un muerto dos heridos, y la policía encontró a los ladrones en una casa ubicada en la calle de Epiro de la misma colonia, justo una calle cerrada con rejas.

A pesar de todo sigue la rebatinga para no quitarlas. Este debate lleva años y en él las autoridades brillan por su ausencia.

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