
Las primeras veces que el cantautor español Carlos Ann visitó México, ya tenía la sensación de haber estado aquí. El motivo era que en su casa había una profunda admiración por la música mexicana: “México me pertenece como yo le pertenezco a él”, dice, en entrevista telefónica, con Crónica, a propósito de la planeación de su próxima visita al país.
El intérprete español lanzó hace unos días el tema “Las hormigas enloquecen”, segundo sencillo de su nuevo álbum Mapa mental que estará disponible el próximo año y que significa una evolución en su carrera. Para este disco ha dejado a un lado los ritmos electrónicos y eclécticos de sus más recientes materiales y ha apostado por atmósferas más íntimas.
“El disco resume una etapa completa de mi vida, es de muchos cambios y en la que tuve que construirme un mapa mental como un manual de funcionamiento, es un disco que ha servido para ordenar emociones. Que dice que no importa las veces que te tiren a la lona sino la capacidad que tienes para levantarte”, explicó el músico.
“Lo que siempre intento es meterme en un lugar en el que no he estado y así es como he crecido. Me lleno de preguntas y luego veo la forma en cómo hacer el disco. Sigo la idea de que en el arte tienes que hacer las cosas que nunca has hecho y no sabes cómo, porque si no deja de ser arte”, agregó el músico.
A parecer de Carlos Ann, su segundo sencillo “Las hormigas enloquecen” es el tema que más representa la esencia de su nuevo material, “lo resume más a nivel lírico, de esto es que va a ir el disco, el cual tiene un aire melancólico, muy orgánico con un tono doloroso, muy alejado de la electrónica que predominaba en mi anterior disco”, comentó.
Se trata de un material discográfico más profundo, cada tema refleja crudeza, melancolía y pureza, en el cual Carlos Ann contó con colaboradores especiales, incluido un recital del poema Todos para bien de Alejandro Jodorowsky: “Son ocho canciones. Algunas colaboraciones como León Benavente, Shuarma, Alejandro Markovich y cierra el disco un poema de Alejandro Jodorowsky”, dijo.
Las colaboraciones se dan “por una afinidad musical y contemporánea, en el estudio nos descubrimos. Con Shuarma tenía muchas ganas de hacer algo después de Bushido, y compusimos una canción que tiene mucha calidad, tanto como la de aquel disco que lanzamos años atrás”, destacó.
Finalmente, el músico explicó que se encuentra en un momento de su carrera en el que “he perdido en mi carrera una cierta ingenuidad e inocencia mágica, no peyorativa, sino de nuevo, de la sorpresa, que todo se vivía como una primera vez”, también vive con más tranquilidad:
“Creo que se sigue aprendiendo siempre, pero lo que sí pasa con el tiempo es que te va dando cierta tranquilidad para encontrar cómo componer una buena canción. Yo escucho a Leonard Cohen y me pregunto si algún día escribiré dos versos como este señor, con eso yo me contento, antes me presionaba para llegar a esos versos, pero ahora tengo la tranquilidad para saber que lo conseguiré”, concluyó.
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