Opinión

C.C.P. Merary Villegas Sánchez, Diputada Federal

C.C.P. Merary Villegas Sánchez, Diputada Federal

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La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Vivimos tiempos en los que la política es la actividad más desprestigiada que existe. Gobernar es cada vez más difícil ante una sociedad más informada pero a la vez peor informada, que cuenta con un micrófono de gran resonancia,  las redes sociales, las cuales hacen más fácil levantar la voz y que ésta sea escuchada. Al desgaste de esta actividad se le ha puesto un indicador que es la calificación que le dan los propios gobernados a sus gobernantes, misma que comúnmente es reprobatoria. Tomando en cuenta lo anterior ¿Por qué plantear una reforma que instituya la figura de revocación de mandato elevándola a nivel constitucional?

Sin duda la máxima popularidad de los candidatos se alcanza el día de la votación, luego viene, para los ganadores, una especie de luna de miel, para posteriormente pasar a una etapa que difícilmente dura más allá del primer año cuando se les justifican los errores o la falta de resultados porque apenas están tomando las riendas.

Lo anterior es una cronología habitual para un gobernante y su relación con la población a la que gobierna o representa. Después viene, para la mayoría, un fuerte desgaste por no poder cumplir con las expectativas, lo que sucede por falta de recursos, de tiempo, por ineptitud, por negligencia, por corrupción o por una combinación de todas las anteriores.

Constantemente se llevan a cabo encuestas para calificar a todos los gobernadores de la república y lo que se puede observar ahí es que aún los que aparecen mejor evaluados, tienen una calificación debajo de 50 en una escala de 0 a 100, en la que por cierto la mayoría de los mandatarios está por debajo de la media nacional que es alrededor de 30. Podría concluirse entonces que, incluso los mejores, gobiernan a una población que mayoritariamente no aprueba su gestión, por lo que si tuvieran que poner a consideración de su electorado, a medio sexenio, si deben quedarse o irse, sería muy probable que fueran despedidos.

A pesar de historias y números que evidencian el desgaste de gobernar, la iniciativa de Morena, presentada en ambas cámaras, es que se de vida jurídica y obligatoriedad a la figura de la revocación de mandato a nivel constitucional, por la cual se pondría a consideración del electorado, a la mitad del mandato presidencial, si deben continuar en el cargo o irse.

Pareciera una propuesta temeraria, que incluso en la iniciativa presentada en el Senado considera también a los gobernadores, alcaldes, senadores y diputados. En realidad esta estrategia no es por exceso de confianza sobre el desempeño de AMLO en el primer tramo de su administración, pero sí tiene que ver con su popularidad, con la que cargó en hombros a tantos candidatos que sin ese fenómeno que fue Andrés Manuel difícilmente hubieran triunfado.

Es lo anterior lo que pudiera estar generando preocupación en los liderazgos de Morena, ¿cómo lograr mantener los índices de votación del 2018 en el 2021? ¿cómo puede estar presente la imagen de Andrés Manuel López Obrador en las urnas? Sin duda la revocación del mandato es una jugada interesante para conservar la mayoría en la Cámara de Diputados, así como ganar la mayoría de las 13 gubernaturas en disputa en el 2021.  De instituirse la revocación del mandato presentada por Usted, López Obrador estaría presente otra vez en las boletas y ser referente en una nueva elección. Seguramente así será.