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Con beneplácito los capitalinos que en diferentes formas exigimos espectáculos públicos sin violencia, leemos en medios de comunicación y redes sociales que en partidos de fútbol se han tomado medidas para disminuir el consumo de alcohol y, con ello, los índices de violencia que se registran.
La venta de cerveza sin alcohol (a la porra visitante) ha sido la estrategia que implementaron para disminuir las grescas en los estadios. La medida ha funcionado, garantizan las autoridades, y con más frecuencia se aplica en los encuentros que concentran a un gran número de aficionados.
El éxito de esta decisión es doble si se observan los beneficios de beber cerveza sin alcohol, según lo explican investigadores: La cerveza sin alcohol tiene alto porcentaje de agua (95 %), por lo que se puede considerar una bebida con cualidades hidratantes; es estupenda fuente de ácido fólico; su contenido de minerales y vitaminas la convierten en adecuado complemento dentro de la dieta de la mujer, incluso durante el embarazo y la lactancia.
Una botella de cerveza sin alcohol aporta alrededor de 10 miligramos de calcio, útil para el funcionamiento del sistema óseo; asimismo contiene cantidades considerables de potasio (de 200 a 466 miligramos por litro), el cual ayuda al buen funcionamiento de músculos y corazón. Aporta además fibra soluble, que en una dieta bien balanceada puede contribuir a evitar el estreñimiento.
El pasado mes de marzo, en el recinto de la Asamblea Legislativa capitalina, presenté una iniciativa de reforma a la Ley para Prevenir la Violencia en los Espectáculos Deportivos en el Distrito Federal. Los argumentos se sustentaban en instrumentar mecanismos que garantizaran una sana convivencia en espacios donde se desarrollan eventos deportivos, como el fútbol, porque la seguridad de las familias y de todos los aficionados es parte fundamental de las políticas públicas gubernamentales.
Propuse entonces prohibir la venta de bebidas alcohólicas al interior de los recintos deportivos, medida que algunos comentaristas del balompié criticaron con severidad, ofendidos por considerar como una ocurrencia tal iniciativa.
Hoy todos festejamos la decisión asumida —vender cerveza sin alcohol en los estadios, en los clásicos de fútbol—, y esperamos que la medida se aplique en todas las temporadas y en todos los estadios para asegurar a los millones de aficionados, espectáculos sin violencia.
@JanyROrtiz
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